Gestión del estrés: equilibrio entre vida personal y profesional

Una de las fuentes más frecuentes de estrés es el trabajo. Tener que cumplir un plazo inminente, liderar un proyecto, dar una presentación, no desempeñar una responsabilidad de manera adecuada... pueden resultar en desquicio, irritabilidad y preocupación, emociones que a menudo no se quedan contenidas dentro de la jornada laboral, sino que trascienden al plano personal.

El estrés puede afectar negativamente a muchos aspectos de tu vida, desde tu capacidad para conciliar el sueño, hasta tu gestión y manejo de las relaciones personales. La clave para optimizar tu productividad y bienestar emocional es saber encontrar el equilibrio entre tu vida profesional y personal. Estar satisfecho tanto a nivel profesional como personal resulta complicado, pero al final ¿vives para trabajar o trabajas para vivir?

A continuación, te dejamos algunos consejos para identificar, gestionar y minimizar situaciones de estrés en el ámbito laboral, para que no deterioren tu vida privada:

1. Identificar síntomas físicos y emocionales: el primer paso para solucionar un problema es reconocer que lo tienes. Los síntomas y manifestaciones más características del estrés suelen ser:

Físicos: dolor de cabeza, fatiga, problemas digestivos y/o para conciliar el sueño.
Emocionales: ansiedad, irritabilidad, depresión y/o pensamientos negativos.
Comportamiento: aumento de errores, dificultad para concentrarse, y/o procrastinación.

2. Organización del tiempo y responsabilidades: verse abrumado por una carga excesiva de trabajo es uno de los motivos más frecuentes que causan estrés. Como es sabido, trabajar bien no es sinónimo de trabajar mucho, sino trabajar de manera eficiente. La clave para cumplir tus tareas dentro de los plazos establecidos es saber priorizar las tareas en función de su importancia y urgencia, calendarizarlas y asignar tiempos a cada actividad. Puedes profundizar en este apartado en cómo gestionar el tiempo y organizar las tareas en el trabajo.

3. Mantener hábitos saludables: mens sana in corpore sano, una rutina física saludable ayuda a mejorar el bienestar emocional:

Ejercicio regular: practica deporte con asiduidad, a poder ser al aire libre. Ya sean deportes de equipo, individuales o estáticos, todo ejercicio es favorable.
Técnicas de meditación: ayudan a relajar la mente y el cuerpo.
Alimentación: mantén una dieta equilibrada. Evita abusar de los alimentos procesados, las bebidas energéticas y el azúcar.
Descanso: trata de dormir 6-8 horas diarias. Si te cuesta dormir, puedes tomarte una tila, leer un libro antes de acostarte y, sobre todo, evita el uso de dispositivos electrónicos justo antes de acostarte.

4. Establecer límites: es importante intentar dejar todas las preocupaciones laborales en el espacio y horario de la jornada de trabajo. Si es posible, trata de no consultar el correo electrónico fuera de horario, no te lleves trabajo innecesario a casa, en caso de teletrabajar asigna un espacio específico a esta tarea lejos de tu espacio de ocio... Es importante saber desconectar y pensar, en la medida de lo posible, únicamente en el trabajo durante la jornada laboral. Además de no traer tareas a casa, trata de no regresar con las emociones negativas o pesimistas y las vuelques en tus familiares, pareja o amigos.

5. Mejorar el ambiente laboral: otra fuente común de estrés viene provocado por las relaciones dentro del trabajo. Ya sea con tu jefe, compañeros o clientes, una mala química puede resultar en mala comunicación, no cumplir con las expectativas, interpretaciones erróneas de proyectos, falta de compañerismo...Para mejorar la dinámica, puedes consultar técnicas de negociación y resolución de conflictos y como mejorar tus habilidades de comunicación en el ambiente laboral.

6. Pedir ayuda a profesionales: si el problema del estrés no te permite desempeñar tus tareas y rutina con normalidad y está afectando negativamente a tus relaciones personales, no dudes en acudir a un profesional. La terapia individual o las dinámicas grupales resultan muy efectivas para entender el origen del estrés y te da las herramientas pasa gestionar las emociones en función de la casuística de cada uno.

Recuerda que encontrar un equilibrio adecuado puede requerir tiempo, esfuerzo y adaptación constante, no es algo inmediato. No te desanimes, que es muy común sentir estrés y le ocurre a todo el mundo en algún momento de su vida.

Referencias: