Reportaje

Plantas de producción de medicamentos: cómo garantizan el suministro

Responsables de fábricas de medicamentos explican qué medidas se han tomado ante la crisis y destacan el esfuerzo de sus profesionales como muestra de su compromiso con la sociedad

La recuperación para España de la fabricación de materias primas y medicamentos ‘deslocalizados’ está en las agendas de las compañías asociadas a Farmaindustria y sobre la mesa de las autoridades sanitarias

abril 2020

España cuenta con 160 plantas de producción cuya actividad industrial está directamente ligada al sector farmacéutico, que dan empleo a cerca de 26.000 personas y mueven una facturación de 15.000 millones de euros al año. De ellas, más de la mitad se encargan de la fabricación de medicamentos de uso humano, una presencia que se ha revelado capital en la crisis por el coronavirus. Hoy están funcionando a pleno rendimiento, e incluso algunas han ampliado turnos o redoblado esfuerzos para incrementar la producción de productos considerados críticos o esenciales en la lucha contra la Covid-19.

Esto ha permitido, en palabras del propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, que no se haya producido desabastecimiento de medicamentos ni en hospitales ni en oficinas de farmacia desde que se desatara la crisis en nuestro país y que los 25 millones de españoles que consumen al menos un medicamento al día dispongan de sus tratamientos.

Además, desde la industria farmacéutica se han puesto en marcha planes de contingencia y se trabaja en estrecha cooperación con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) para compartir información en caso de que se detecte cualquier alteración en materia de suministro de fármacos y articular las medidas oportunas para garantizar la atención a los pacientes.

“Diariamente, hacemos importantes esfuerzos en las plantas productivas de Barcelona, Toledo y Malmö (Suecia) para replanificar nuestra fabricación en función de las necesidades de cada mercado. Estamos en contacto diario con la Aemps para adaptar nuestras producciones a los medicamentos que se requieren de forma crítica en cada momento”, afirma Marta Español, directora de Regulatory Affairs de Reig Jofre, una de las muchas compañías que operan en España que ha reorganizado en las últimas semanas su producción.

David Martínez es responsable de materias primas de la planta de inyectables estériles de Reig Jofre en Barcelona.

La fabricación nacional se ha convertido en estratégica para los gobiernos europeos, que en los últimos años han visto cómo la producción de muchos medicamentos o principios activos se iba trasladando a mercados asiáticos, fundamentalmente China e India, donde no se asumen los costes salariales, regulatorios y ambientales que sí soportan las industrias en la Unión Europea. Por este motivo, la recuperación de la producción local está en las agendas de las compañías asociadas a Farmaindustria y sobre la mesa de las autoridades sanitarias españolas.

“Estamos cumpliendo nuestros programas de fabricación. Es cierto que nos preocupa el abastecimiento de materias primas procedentes de Asia, pero nuestros responsables logísticos están ojo avizor. China, que es uno de los grandes suministradores, ya comienza a respirar tras sufrir el duro impacto de la pandemia, y eso es buena noticia”, analiza Ramón Esquerdo, director de Manufacturing de Menarini España. Y en este mismo sentido se pronuncia José Cristóbal, director de Ingeniería de Rovi: “Hemos tenido que realizar un esfuerzo logístico para garantizar el suministro de materias primas”.

El stock de seguridad previsto por los laboratorios es otra de las claves que está permitiendo que, a día de hoy, no haya desabastecimiento de medicamentos en España, más allá de las puntuales tensiones por el crecimiento de la demanda en algunos hospitales y farmacias, de ahí que sea tan importante seguir las recomendaciones de no hacer acopio y adecuar los pedidos a ejercicios anteriores.

Fabio Nofrini, director de la planta de Lilly en España, ubicada en Alcobendas (Madrid), informa de que en su compañía han puesto en marcha “procesos de comunicación diarios con nuestros grupos globales de Supply Chain para asegurar que metemos en nuestro plan diario las fluctuaciones de demanda que esta crisis está originando en los más de 120 países en los que suministramos medicamentos. Trabajamos con los proveedores para anticipar potenciales problemas de suministro de materiales necesarios para nuestra producción”.

Trabajadores de la planta de producción de Lilly en Alcobendas (Madrid).

Pero no sólo se han redoblado esfuerzos en las cadenas de producción de los medicamentos incluidos en sus portfolios, sino que también las compañías innovadoras han adaptado sus líneas para la fabricación de productos que se han convertido en esenciales para evitar contagios por coronavirus, como los geles hidroalcohólicos, y contribuir también así a la lucha contra la pandemia.

Adaptación a una nueva forma de trabajar

Ante la inesperada y severa crisis sanitaria, la industria farmacéutica ha demostrado su capacidad de respuesta en materia de suministro de medicamentos y productos sanitarios, pero también se ha distinguido por su rápida adaptación a los protocolos de actuación en sus fábricas para garantizar la máxima seguridad para sus trabajadores.

“Nuestro compromiso con el suministro de medicamentos a nuestros pacientes es total, por ello hemos tomado todas las medidas de segregación e higiénicas necesarias para seguir fabricando nuestros fármacos al mismo ritmo que antes de la crisis del coronavirus, asegurando la máxima protección de nuestros compañeros”, explica Ismael de los Mozos, director de la fábrica en Aranda de Duero (Burgos) de GSK, encargada de elaborar algunos de los fármacos esenciales para la situación actual de pandemia.

“La salud y la seguridad de nuestros empleados es prioritaria, así como mantener nuestra actividad pensando en los pacientes que necesitan nuestros productos. Analizamos constantemente los procesos y la racionalización del trabajo para hacerlo posible. Solamente están en la planta aquellos trabajadores que son imprescindibles para mantener el trabajo”, subraya Jorge Álvarez, director de la planta de Bayer en La Felguera (Asturias), que produce todo el ácido acetilsalicílico que distribuye la compañía a nivel mundial.

Las medidas tomadas, como en otros sectores, comenzaron por suspender viajes, disminuir las reuniones presenciales e implantar el teletrabajo para todos aquellos puestos cuya actividad lo permite. A éstas le siguieron una batería de protocolos y acciones preventivas focalizadas en los empleados cuya actividad presencial es inevitable, entre las que destacan el cumplimiento de la distancia mínima de seguridad, tanto en espacios de trabajo como en zonas comunes; extremar las medidas de higienización de las plantas; suministrar equipos de protección individual; facilitar el desplazamiento para evitar el uso del transporte público, y, sobre todo, la segregación de turnos y creación de turnos extra, que han permitido entradas y salidas escalonadas de los equipos a las plantas.

Vosotros quedaos en casa

Xavi Romero
Planta de Menarini en Badalona (Barcelona)

“Debíamos mantener los turnos para garantizar el suministro. Nuestra fábrica de Badalona funciona a triple turno, porque si no, no podíamos mantener la producción –explica Ramón Esquerdo, de Menarini España-. Así que creamos un espacio de media hora para cada turno que nos sirve para higienizar todas las instalaciones y dejarlas preparadas hasta el turno siguiente. Esto es un plus de seguridad para nuestros trabajadores”.

Marta Español, de Reig Jofre, subraya que se han adoptado “estrictas medidas de seguridad que empiezan con el control de temperatura antes de entrar en las plantas y el recordatorio frecuentemente de la necesidad de mantener la distancia de seguridad”. Además, esta compañía, como también han hecho otras, ha incorporado un médico en cada una de sus plantas de fabricación “para que pueda hacer un seguimiento más estrecho del personal que acude diariamente a su puesto de trabajo, en caso de que se den posibles contagios”.

Un sector acostumbrado a trabajar con rigurosos estándares de calidad y seguridad

Equipos de calidad, producción, logística, fabricación, almacenaje o distribución acuden desde hace semanas a su puesto de trabajo cumpliendo esta nueva operativa con el máximo rigor. Las características de la industria farmacéutica lo han hecho posible, ya que es uno de los sectores más regulados en materia de calidad y seguridad y sus trabajadores están acostumbrados a aplicar la estandarización de procesos de un modo rápido y eficiente. “Han absorbido estos nuevos procedimientos mucho más rápido que otros sectores, gracias al elevado nivel de rigor con el que trabajamos en la industria farmacéutica”, precisa Esquerdo, de Menarini.

La comunicación interna constante ha sido otra de las políticas reforzadas en estos días por parte de las compañías de Farmaindustria para apuntalar el esfuerzo que están haciendo sus empleados en estos momentos, que viven con la misma incertidumbre y preocupación que todos los profesionales que salen cada día a trabajar. “Tenemos reuniones diarias y transmitimos a los equipos mensajes para animar a nuestros profesionales. Es vital mantener la comunicación y dar explicaciones directas, así como trasladar la importancia del trabajo que realizamos, su utilidad. Estar trabajando es una motivación en sí”, valora el director de Ingeniería de Rovi, José Cristóbal.

Equipo de Laboratorio de Calidad de la planta de Rovi en Granada.

En palabras del director de la planta de Bayer situada en Alcalá de Henares (Madrid), Manuel Martínez, “vivimos momentos excepcionales no sólo como profesionales, sino como sociedad. La normalidad en estos días ha desaparecido y estamos afrontando un importante reto física y mentalmente. No obstante, nos guía nuestra responsabilidad y el compromiso por seguir adelante con nuestro trabajo por su contribución y necesidad, ahora más que nunca, a la sociedad”.

“Se lo repetimos cada día: la dirección de la compañía y todos sus compañeros desde casa se sienten muy orgullosos y agradecidos por el trabajo que están haciendo para garantizar el suministro de medicamentos. También les felicitamos porque hemos sido capaces de sacar lo mejor de nosotros para implementar muchos cambios en tiempos récord y les recordamos que nuestro trabajo claramente es prioritario, algo que se ha puesto en evidencia a causa de la pandemia”, incide Fabio Nofrini, de Lilly.

Visibilizar este esfuerzo se ha convertido en una prioridad para las empresas, cuyos portavoces insisten en que el aplauso de las 8 de la tarde también es para sus trabajadores, por el compromiso y responsabilidad que implica desarrollar medicamentos, colaborar con las instituciones y proporcionar soluciones a los profesionales sanitarios y, en especial, a los pacientes.

Todo saldrá bien

Equipo de fabricación
Planta de GSK en Aranda de Duero (Burgos)

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