La pandemia ha mostrado que se trata de un sector crítico para el bienestar de la población
Es referente en inversión en I+D, productividad, exportación y empleo de calidad
junio 2022
La industria farmacéutica innovadora representa un sector estratégico clave en España desde la perspectiva sanitaria y también desde la económica y la social. La pandemia ha mostrado la vigencia de esta triple perspectiva: una crisis sanitaria global devino en crisis económica y social. La vinculación, por lo tanto, entre la salud, la economía y el bienestar en su más amplia acepción se traduce también en la aportación de valor de la industria farmacéutica en las sociedades modernas:
La condición estratégica de la industria farmacéutica que ha constatado la pandemia en el ámbito global tiene su reflejo en España, donde el sector ha jugado un papel relevante en la lucha contra la crisis. Lo ha hecho en la investigación, con el liderazgo europeo en ensayos clínicos contra el coronavirus, y en otros ámbitos, como el productivo, donde la respuesta de las plantas de fabricación de medicamentos, junto a la capacidad logística del sector, evitó que faltaran medicamentos esenciales en los momentos más críticos.
Farmaindustria, en nombre de las compañías farmacéuticas innovadoras, ha venido formulando sobre estas bases diferentes propuestas al Gobierno desde el inicio de la crisis, proponiendo al sector como uno de los llamados a contribuir a la reactivación económica y a reforzar el modelo productivo de España para el futuro. Diez claves resumen por qué la industria farmacéutica es un sector estratégico para nuestro país.
1. La innovación farmacéutica aumenta la esperanza de vida
La inversión en medicamentos innovadores es el mayor responsable del aumento de la esperanza de vida del ser humano. Así, en los últimos 20 años se han producido grandes logros en la medicina que se han traducido en importantes incrementos de la esperanza media de vida. Sólo en la primera década de este siglo se ganaron 1,74 años de vida en los países desarrollados, de los que el 73% se puede atribuir directamente al efecto positivo de los nuevos medicamentos sobre la salud de la población.
2. La inversión en sanidad genera crecimiento económico
La inversión en el sector sanitario es, además de un instrumento eficaz para redistribuir la renta y acercar a los ciudadanos a la igualdad real de oportunidades, un instrumento para generar riqueza en un país. Así, según un informe elaborado por Analistas Financieros Internaciones (Afi), un aumento de dos puntos sobre el PIB en la inversión en sanidad elevaría el PIB español en el período 2025-2040 en 427.000 millones de euros, sumando los incrementos de cada año y sin tener en cuenta el valor del dinero en el tiempo. En media, la tasa de crecimiento del PIB aumentaría en 0,25 puntos porcentuales durante cada uno de los años de este período, de forma que en 2040 el PIB sería en torno a un 4% más alto.
3. La innovación farmacéutica ahorra recursos al sistema sanitario
El ahorro en costes que propician las innovaciones farmacéuticas supera al gasto adicional que suponen, aportando ahorros netos al sistema sanitario y a la sociedad. Diferentes estudios internacionales concluyen que la inversión de un euro en medicamentos ahorra entre 2 y 7 euros en otras prestaciones sanitarias, desde visitas a urgencias hasta intervenciones quirúrgicas.
Las vacunas y medicamentos frente a la Covid-19 son un ejemplo claro de cómo resulta especialmente rentable invertir en los mejores fármacos disponibles.
4. Somos un país de referencia en la realización de ensayos clínicos con nuevos medicamentos
España se ha posicionado entre los países del mundo con mejores condiciones para el desarrollo de ensayos clínicos. Estos estudios, además de ser esenciales para lograr un nuevo medicamento, son una oportunidad para atraer inversión internacional al sistema sanitario y por lo tanto al país, pero también son una oportunidad para los pacientes y para el conjunto de la sociedad, puesto que la participación en un ensayo clínico puede ser la única salida para ciertos pacientes graves, y es una vía de mejora de la calidad de la prestación sanitaria, dado que los profesionales sanitarios que participan en la investigación están a la vanguardia científica y pueden aplicar ese conocimiento en su labor asistencial.
Hoy, el 60% de la inversión en I+D que hacen las compañías farmacéuticas en España corresponde ya a investigación clínica.
5. La industria farmacéutica es líder en inversión en I+D en España
La industria farmacéutica es, junto a la de la automoción, el sector industrial líder en inversión en I+D: uno de cada cinco euros que la industria invierte en I+D en España proviene de la industria farmacéutica.
Esta apuesta fuerte de las compañías y la posición de liderazgo internacional en ensayos clínicos generan una enorme oportunidad de crecimiento para España en investigación de medicamentos. Una estrategia adecuada que potencie las fases básica y preclínica de investigación, que potencie la colaboración público-privada, que genere las condiciones regulatorias adecuadas y que fomente también el acceso a los nuevos medicamentos, donde nuestro país se aleja de los países de referencia europeos, sería clave para desarrollar estas potencialidades, y no sólo en materia de investigación, sino también en capacidad industrial y generación de empleo de calidad.
6. La industria farmacéutica es el sector industrial líder en productividad, sólo por detrás del refino de petróleo
La productividad de la industria farmacéutica, medida como el valor añadido por empleado, es otro de los grandes baluartes de este sector. Entre los periodos 2009-2013 y 2014-2018, la productividad de la industria farmacéutica creció un promedio del 11,7%, y actualmente alcanza los 173.000 euros de valor añadido bruto por empleado, más del doble de la media de los sectores industriales. Además, el sector farmacéutico es uno de los más productivos de entre todos los sectores de las industrias manufactureras, sólo por detrás de los sectores de coquerías y refino de petróleo, y superando a sectores como el químico, aeronáutico, metalúrgico, papel y maquinaria.
7. El medicamento suma ya el 5,4% de las exportaciones españolas
La industria farmacéutica asentada en España ha crecido de forma constante en exportaciones en los últimos años. En 2021 batió de nuevo su récord, con 17.076 millones de euros en ventas al exterior, lo que sitúa al medicamento como el cuarto producto más exportado del país. Representa el 5,4% del total de exportaciones españolas. Dentro de las exportaciones de productos de alta tecnología, los productos farmacéuticos suponen el 24% del total, lo que convierte a esta industria, junto con la aeroespacial, en el sector más importante en este ámbito.
8. La industria farmacéutica es un sector tractor en empleo y valor añadido
La industria farmacéutica es responsable hoy de más de 210.000 puestos de trabajo en España si se suman los empleos directos, indirectos e inducidos. El empleo directo alcanza los 44.068 ocupados, tras registrar un crecimiento medio anual superior al 2% durante el último cuatrienio (2017-2021), a pesar de que los dos últimos ejercicios han estado fuertemente marcados por la pandemia. De hecho, sólo en 2021, la industria farmacéutica innovadora contrató a 5.756 personas. Cada empleo directo en la industria farmacéutica genera hasta cuatro empleos indirectos o inducidos, como constata el informe El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021, de la Fundación Weber.
Desde el punto de vista industrial, el sector cuenta en España con 82 plantas de producción de medicamentos de uso humano, que producen anualmente por valor de más de 15.800 millones de euros. A estos valores hay que añadir, como recoge el citado informe, que cada euro de valor añadido generado por la industria farmacéutica en España genera entre uno y dos euros en otros sectores.
9. El empleo indefinido en la industria farmacéutica se acerca al 95%
10. La industria farmacéutica, en vanguardia en igualdad y diversidad
La igualdad y la diversidad son otros grandes valores inherentes al empleo en este sector: más del 53% de las personas que trabajan en la industria farmacéutica innovadora son mujeres (la media de la industria nacional está en un 26%), un porcentaje que se eleva al 67% en los departamentos de I+D. En concreto, la plantilla de mujeres ha crecido en los últimos 4 años a un ritmo medio anual del 2,8%. Ningún otro sector de la economía española, salvo Confección (64,6%) y Sanidad y Servicios Sociales (64,1%), supera el 50% de empleo femenino. Esto se reproduce en los puestos directivos, que crece en los últimos años y donde las mujeres desempeñan ya el 45%.
Además, el mayor impulso del empleo se concentra en los más jóvenes y en mayores de 50 años, que son los colectivos que presentan más altas tasas de paro en España.