El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las ministras de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; de Sanidad, Carolina Darias, y Ciencia e Innovación, Diana Morant, han mantenido este miércoles una reunión con más de una veintena de presidentes y primeros ejecutivos de compañías farmacéuticas a nivel mundial y nacional, así como con representantes de las patronales del sector, con el objetivo de establecer las bases de un Plan Estratégico para impulsar el desarrollo de la industria farmacéutica innovadora en nuestro país.
Ambas partes acuerdan avanzar en el fomento de marcos de colaboración público-privada, la consolidación de un ecosistema de innovación sólido con fuertes capacidades industriales nacionales y europeas y cadenas de suministro de medicamentos resilientes y una inversión sostenible en sanidad que permita impulsar el acceso rápido y equitativo de los pacientes a los nuevos medicamentos.
El presidente del Gobierno ha recordado que el carácter estratégico de la industria farmacéutica motivó la inclusión en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, aprobado en mayo de 2021, y el compromiso de elaboración de un Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica.
Asimismo, Pedro Sánchez ha anunciado que se va a poner en marcha de forma inmediata un grupo de trabajo entre el Gobierno y el sector para concretar las actuaciones de este Plan Estratégico y que se mantendrá un diálogo continuo de cara a la definición de las líneas a seguir durante la Presidencia Española del Consejo de la UE en el segundo semestre del próximo año, con el objetivo de promover la competitividad de la industria farmacéutica.
El encuentro de alto nivel ha sentado las bases del futuro Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica 2023-2025, que lleva aparejados objetivos por parte del sector de una inversión global de más de 8.000 millones de euros en España para el próximo trienio. Por áreas, la investigación biomédica será la que acapare más de la mitad de este esfuerzo inversor —con 4.300 millones de euros— para afianzar el liderazgo de España en ensayos clínicos y potenciar la investigación traslacional y preclínica.
La segunda área corresponde a las inversiones productivas, digitales y medioambientales, con 2.700 millones de euros en tres años, que permitirán a España ganar autonomía estratégica y resiliencia en la cadena de suministro de medicamentos, modernizar procesos de producción y potenciar la sostenibilidad medioambiental y economía circular.
Un tercer capítulo, dotado con 1.000 millones de euros, se refiere a actividades globales de contenido tecnológico o estratégico, lo que significa la creación o potenciación de centros de servicios globales corporativos, centros de excelencia tecnológica, centros de soporte técnico, logístico o científico de las compañías farmacéuticas.
Finalmente, el compromiso sectorial incluye un plan de empleo juvenil y de igualdad de género, que supondrá la contratación de, al menos, 4.500 jóvenes al año, brindando carreras profesionales estables, capacitación e instalaciones de vanguardia y salarios competitivos. Asimismo, se luchará por acabar con la brecha salarial de género —que ya es la más baja de toda la industria nacional— y el desarrollo de planes de liderazgo para contribuir a que más mujeres lleguen a puestos de dirección —la industria farmacéutica ya cuenta con un 45% de mujeres directivas—.
Un sector de gran valor para la sociedad española
En el encuentro, el presidente del Gobierno pudo conocer de primera mano por qué la industria farmacéutica innovadora representa un sector estratégico clave en España por su contribución al bienestar no sólo a través de los medicamentos, sino de la generación de innovación y conocimiento, base fundamental del crecimiento y bienestar social hoy día.
Por un lado, este sector ha impulsado el liderazgo en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas que son críticos para el cuidado de la salud. En el año 2021 la inversión en I+D de la industria farmacéutica española superó los 1.267 millones de euros —un 9,2% más que el año anterior 2020 y un récord histórico para el sector—.
Con 103 plantas de producción de medicamentos de uso humano, que fabrican por valor de 17.500 millones de euros y con un empleo directo de 36.000 personas, España es uno de los países europeos con mayor potencial en este ámbito, por el peso industrial del sector en el tejido productivo nacional y ser líder en productividad, I+D y exportación de alta tecnología.
Además, es un sector que emplea de manera directa a cerca de 50.000 personas (250.000 sumando los empleos indirectos e inducidos), con un 93% de contratos indefinidos, un 64% de titulados universitarios y un 53% mujeres, cifras que lo convierten en un empleo estable, de calidad e igualitario. Y comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el medio ambiente: el 70% de la energía consumida por el sector es de origen renovable y la generación de residuos se ha reducido un 15% en los últimos tres años.
Con un claro efecto tractor sobre otros sectores de proveedores especializados, cada euro generado por la industria farmacéutica en España supone entre uno y dos euros de valor añadido en otros sectores.
En el camino hacia la recuperación sanitaria, económica y social
“La inversión de la industria farmacéutica en España es significativa: supone uno de cada cinco euros en I+D industrial y los medicamentos son el cuarto producto de las exportaciones españolas. Estamos dispuestos a sostener tales inversiones en España y aumentarlas, pero es necesaria una política industrial para nuestro sector con mayores oportunidades de mercado y un compromiso continuo con la inversión en salud”, subraya el presidente de Farmaindustria, Jesús Ponce.
“Agradecemos la disposición del presidente del Gobierno y los ministerios concernidos para materializar estos objetivos, que son un paso más en el camino para la recuperación de España tras el duro impacto sanitario, económico y social de la pandemia. Los líderes de la industria farmacéutica mundial y española han trasladado a este Gobierno una propuesta de solución colaborativa y el firme compromiso del sector con nuestro país. Estamos convencidos de que el plan de colaboración abierto hoy entre ambas partes permitirá alcanzar la meta que es, en definitiva, mejorar la salud y bienestar de nuestra sociedad”, valora Ponce.
“Para alcanzar los objetivos es clave el desarrollo del Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica, que abarque desde la I+D hasta la fabricación, la digitalización del sector y el mejor acceso posible a los nuevos tratamientos. Es fundamental para los pacientes tener disponibles cuanto antes medicamentos que puedan mejorar sus vidas. La actual reforma de la Ley de Garantías del Medicamento española y la futura Estrategia Farmacéutica Europea ofrecen una oportunidad para garantizar dichos avances”, incide Ponce.
En este sentido, el momento actual es único para que España y Europa refuercen su papel como centro mundial de I+D y producción, asegurando el carácter estratégico y tractor del sector farmacéutico. De hecho, durante la reunión se abordó la oportunidad que abre la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023 de incluir a la industria farmacéutica innovadora entre las prioridades de este mandato para impulsar un ecosistema de investigación biomédica en el continente, basado en la protección de la propiedad intelectual, y unas cadenas de producción y suministro de medicamentos más resilientes.
Para ello, se celebrará una nueva reunión de alto nivel entre los ministerios concernidos y la industria farmacéutica a principios de 2023 para trabajar en dichos objetivos. “Esperamos que el Gobierno español pueda encabezar los esfuerzos para lograr atraer a otros Estados miembros a mantener los incentivos a la innovación en este sector. Y se necesita seguir avanzando para permitir que Europa recupere la posición perdida como referente en investigación biomédica en el contexto internacional y, por tanto, nuevas esperanzas para los pacientes y sus familias en la UE”, recuerda el presidente de Farmaindustria.