El presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, acompañado por varios vicepresidentes de la Asociación, así como por su director general, Humberto Arnés, pidieron hoy al nuevo Gobierno un Plan de Viabilidad que permita al sector hacer frente a la situación límite en la que se encuentra como consecuencia, sobre todo, de las medidas de política farmacéutica adoptadas en los últimos dos años y centradas en la reducción del precio de los medicamentos.
En rueda de prensa en Madrid, los representantes de Farmaindustria alertaron de que la industria farmacéutica innovadora está atravesando un momento crítico, fundamentalmente, después de las medidas de ajuste contenidas en los en los Reales Decretos-Ley 4 y 8/2010 y 9/2011, y advirtieron del peligro que corre este sector de hundirse y perder el sitio que le corresponde en la actividad económica española.
“Tres Reales Decretos-Ley consecutivos han reducido el gasto farmacéutico por recetas al -8,2% actual, estando previsto cerrar 2011 con una caída en torno al -9%. En 2012, con las medidas ya adoptadas, volverá a caer por encima del 10%, ¿qué sector aguanta una reducción de sus ventas vía precios hasta estos niveles?”, afirmó Jordi Ramentol, para quien el hecho de que esta caída no afecte igual a todos los segmentos del mercado ni a todas las empresas, siendo más acusada en las compañías innovadoras, es un claro error de diseño de la política farmacéutica.
En este sentido, hizo hincapié en que el problema radica en que España no dedica los recursos necesarios para financiar el Sistema Nacional de Salud y en que se están buscando ahorros sin medir las consecuencias. “Tenemos un excelente SNS a un coste muy asequible y aunque es posible y necesario ahorrar, su sostenibilidad no puede ser a costa de la salud de los ciudadanos ni la de los proveedores”, argumentó el presidente de Farmaindustria.
Asimismo, denunció que esa insuficiencia financiera del SNS ha generado una deuda con los proveedores por suministro de medicamentos a hospitales públicos que asciende ya a 5.800 millones de euros, con un periodo medio de cobro de 468 días, lo cual, además de efectos devastadores en las compañías, está perjudicando notablemente la imagen y la confianza en España y podría provocar situaciones de dificultad en el suministro de medicamentos.
A todo ello añadió las políticas de discriminación de la marca farmacéutica puestas en marcha desde distintas Administraciones, que han generalizado la prescripción por principio activo ignorando el valor y los atributos de la marca y el hecho de que, tras el RDL 9/2011, los medicamentos originales han igualado su precio al de los productos genéricos y, por tanto, contribuyen igual que éstos al ahorro y sostenibilidad del sistema.
En este escenario, desde Farmaindustria se insiste en que la vía de los precios para obtener nuevos ahorros no sólo está ya agotada, sino que ha comprometido el futuro inmediato de muchas compañías farmacéuticas nacionales, pues se están descapitalizando y no generan suficientes recursos para afrontar las inversiones en investigación e internacionalización que requieren, y ha puesto en riesgo de deslocalización la inversión tanto en plantas productivas como en I+D de las compañías multinacionales en España, además de haber generado la pérdida de miles de puestos de trabajo hasta la fecha.
Por todo ello, la industria farmacéutica innovadora considera que es el momento de encarar el problema y de hacerlo dotando a la sanidad de los recursos que necesita, priorizándola en los presupuestos públicos, apelando a la corresponsabilidad de todas las partes en el uso racional de todos los bienes y servicios sanitarios, eliminando bolsas de ineficiencias que aún permanecen en nuestra estructura pública de salud, gestionando con eficacia y disciplina los recursos, y mejorando la coordinación de los servicios autonómicos de salud.
En esta línea, reclama al nuevo Gobierno que proteja la innovación y que establezca un escenario de certidumbre para todos que haga posible volver a llevar a la economía española a la senda de crecimiento apoyándose en sectores industriales como el farmacéutico, que está sólidamente implantado en nuestro país, que es líder en I+D (21,6% de la inversión industrial privada), que es el cuarto sector exportador (9.200 M €, el 4,8% del total) y que es fuente de empleo cualificado, indicadores todos ellos en la actualidad en grave riesgo.
Finalmente, Farmaindustria pone de manifiesto su disposición a mantener un diálogo leal con el Ejecutivo que haga posible abordar una solución financiera para la deuda sanitaria y fijar un objetivo realista de contención del gasto farmacéutico público para los próximos cuatro años vinculado a parámetros macroeconómicos relevantes, para así, además, sacar a la industria farmacéutica de la situación extrema y de incertidumbre en la que se encuentra, y pueda volver al sitio que le corresponde en la economía productiva, y garantizar la viabilidad ahora comprometida de decenas de empresas.