El paquete de medidas aprobado ayer por el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que incluyen la generalización de la prescripción por principio activo para todo el Sistema Nacional de Salud, la modificación del sistema de precios de referencia, la rebaja de un 15% de los medicamentos con más de 10 años sin genérico en el mercado y la creación de un comité de selección para incorporación a la financiación de nuevos medicamentos, conducen a la industria farmacéutica innovadora a una situación límite, estrangulando al sector y apuntillando definitivamente la investigación farmacéutica en España.
Farmaindustria denuncia que con las decisiones adoptadas ayer por el CISNS el Gobierno incumple los compromisos que había adquirido en el último año con la industria farmacéutica innovadora de que no habría nuevos recortes sobre el sector, sobre el que, sin embargo, vuelve a recaer todo el peso y la responsabilidad de la sostenibilidad del sistema sanitario.
En este sentido, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, afirmó hoy en rueda de prensa que la industria farmacéutica está consternada y sorprendida. “Consternada porque al impacto de las medidas anunciadas, 2.400 millones de euros, hay que sumar los 2.500 millones de euros de los dos reales Decretos-Ley del año pasado. Y sorprendidos porque en un contexto en el que el gasto farmacéutico no sólo está controlado, sino que decrece más del 10%, y en un clima, en teoría, de diálogo y consenso en el marco del Plan Sectorial como nos ofreció el presidente Zapatero para el desarrollo de nuestra industria no esperábamos algunas de las medidas propuestas”, señaló.
Hizo hincapié en que no se puede exigir más a un sector (el farmacéutico) que en 17 meses ha tenido que hacer frente a unos impactos totales de cerca de 5.000 millones de euros, lo que equivale al 30% de su mercado. “Esto va a suponer una importante pérdida de empleo y de inversiones en I+D, y lo que es más grave, una pérdida de confianza en nuestro país por parte de los decisores de inversión. Nos coloca en una posición límite, y especialmente a las pymes y compañías locales”, advirtió Humberto Arnés.
Además de los graves efectos para la industria farmacéutica innovadora, el director general de Farmaindustria se refirió a las consecuencias de estas decisiones sobre la actividad profesional de los médicos y para los pacientes, advirtiendo de que van a ver empobrecida la prestación farmacéutica que reciben sin que con ello, además, se solucionen los problemas financieros del Sistema Nacional de Salud.
Al respecto, insistió en que la industria farmacéutica ha ofrecido en repetidas ocasiones, tanto al Ministerio como a diferentes comunidades, proporcionar ahorros adicionales para el SNS a través de un rápido alineamiento del precio de los medicamentos originales con el de los genéricos pero de una forma ordenada y equilibrada. En concreto, el director general de Farmaindustria defendió que dicho alineamiento debe produzca en todas las regiones por igual y eliminando el actual caos de medidas autonómicas que restringen la oferta de medicamentos; de forma que no discrimine al medicamento de marca cuando tiene el mismo precio que el genérico como ocurre ahora con el artículo 85 de la Ley de Garantías; y reconociendo la libertad de prescripción del médico como garante para cada paciente de la calidad de la prestación farmacéutica.
“Una medida así, proporcionaría unos 500 millones de euros de ahorro adicionales a los que ya se vienen produciendo y a los que se van a producir por la propia dinámica de los precios de referencia al incorporar nuevos productos, que pueden ser otros 500, y sería compatible con la actividad y los valores que representa la industria innovadora”, aseguró el director general de Farmaindustria.
Sobre la generalización de la prescripción por principio activo, afirmó que es inadmisible, que limita la autonomía del médico y que puede tener consecuencias negativas para los pacientes, Además, recalcó que es innecesaria desde el punto de vista económico puesto que si el original tiene que igualar el precio del genérico, no proporciona ningún ahorro adicional. “Esperemos que la ley tenga en cuenta estas circunstancias, porque sin duda bajamos un escalón en la calidad de la prescripción”, argumentó.
Por otra parte, en relación con la reducción del 15% anunciada del precio de moléculas de más de 10 años que no tengan genérico en el mercado, con un impacto según el Ministerio de 400 millones de euros, Humberto Arnés señaló que además de dañina carece de sentido, puesto que si esos productos maduros no tienen genérico es porque su precio ya está bajo y su margen muy ajustado, o su coste de fabricación es muy alto, careciendo por tanto de interés comercial para terceros. Esta medida, además, pone en claro riesgo la viabilidad de numerosas pequeñas y medianas empresas locales.
Por todo ello, y ante la gravedad de la situación a la que se conduce a la industria farmacéutica innovadora en España, Farmaindustria ha solicitado una reunión urgente con la Ministra de Sanidad, y va a transmitirle al presidente del Gobierno el malestar del sector porque se haya roto el espíritu del Plan Sectorial que recientemente fue aprobado.