A final de septiembre, nueve meses y medio después de aprobarse la primera vacuna, la producción alcanzó los 7.500 millones de dosis
Hasta 83 plantas de producción situadas en 70 países participan en la fabricación de las sustancias necesarias para producir las vacunas
octubre 2021
¿Cuál es el ritmo de producción actual?
Los fabricantes de vacunas de todo el mundo están produciendo 1.500 millones de dosis al mes, y se espera que esta capacidad continúe creciendo. Los primeros 1.000 millones de dosis tardaron en administrarse 140 días, mientras que sólo se ha tardado 26 días en administrar los últimos 1.000 millones.
¿Cuántas dosis se han administrado ya en todo el mundo?
Según los datos que maneja Unicef, unos 208 países o territorios en el mundo han administrado ya más de 6.500 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19. Estas dosis serían suficientes para vacunar a toda la población de más de 50 años de todo el mundo. Actualmente, el 46% de toda la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
¿Cuál es la producción prevista de vacunas?
Las estimaciones de entidades como la consultora internacional Airfinity, la organización Unicef o la Universidad de Duke, en Estados Unidos, apuntan a una producción prevista de unos 12.000 millones de dosis a finales de 2021, suficientes para vacunar a la población adulta mundial. Además, se estima que para junio de 2022 la producción total de vacunas alcanzará los 24.000 millones, momento en el cual los suministros de vacunas probablemente superarán la demanda mundial.
¿Cómo se ha logrado este nivel de producción?
Este rápido aumento en la producción de vacunas ha sido posible gracias a que las compañías farmacéuticas, en paralelo al proceso de investigación, ampliaron sus propias plantas de producción para aumentar la capacidad e incluso comenzar a producir vacunas a riesgo, antes de que fueran aprobadas por las agencias reguladoras.
Junto a ello, buscaron y firmaron acuerdos de transferencia de tecnología con empresas de cualquier país del mundo con capacidad para participar en la producción de estas vacunas. Ya se contabilizan más de 300 acuerdos de colaboración, que implican a casi un centenar de empresas, muchas de ellas competidoras. Gracias a estos acuerdos, la capacidad mundial de producción de todo tipo de vacunas -que era de algo más de 4.000 millones de dosis al año antes de la pandemia- se ha triplicado sólo para las que combaten el coronavirus.
¿Tan necesarios son estos acuerdos entre empresas para aumentar la capacidad productiva?
Son fundamentales. Hay que tener en cuenta que el proceso de fabricación de vacunas es muy complejo y requiere unos conocimientos específicos, una tecnología puntera, unas instalaciones adecuadas, unos equipos humanos preparados y una experiencia que, en la actualidad, sólo está al alcance de unas pocas compañías en todo el mundo. De ahí la necesidad de esos acuerdos de transferencia para que otras compañías puedan sumarse a esa producción con las mismas garantías de calidad y seguridad.
¿Qué papel han jugado las patentes en este proceso?
Este logro sin precedentes ha sido posible, sin duda, gracias al sistema actual de propiedad industrial a través de las patentes, dado que genera un marco de protección y confianza a las compañías desarrolladoras para transferir conocimiento y tecnología a otras empresas, lo que está siendo crucial para garantizar la calidad, eficacia y seguridad de las vacunas que se producen.
¿Es suficiente esta producción para que las vacunas lleguen a los países de todo el mundo?
Sí. La industria farmacéutica sigue pidiendo que se compartan las dosis distribuidas y renueva su compromiso de trabajar con los gobiernos para apoyar medidas que lo hagan posible. Según la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (IFPMA), con la distribución de vacunas realizada hasta ahora, los países del G7 tienen reservas suficientes de dosis para vacunar a sus adultos y adolescentes y poner en marcha programas de refuerzo para proteger a los grupos de mayor riesgo, y disponen además de un número de dosis importante para distribuir a los países del tercer mundo.
¿Cuál es el mejor mecanismo para conseguir la equidad en la distribución?
Las compañías farmacéuticas, como ha señalado IFPMA, proponen intensificar la distribución responsable de dosis a los países de renta más baja a través del mecanismo Covax, la iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud para hacer llegar las vacunas de Covid-19 a las poblaciones con menos recursos, y que cuenta desde el inicio con el apoyo de la industria farmacéutica y de más de 190 países de todo el mundo, entre ellos España. El objetivo del proyecto es la entrega de 2.000 millones de dosis en 2021 a los 100 países con ingresos más bajos del mundo.
¿Cómo puede mejorar la producción y distribución de vacunas?
Tanto las compañías farmacéuticas como los integrantes de Covax han solicitado a las autoridades gubernamentales internacionales la eliminación de algunas de las barreras comerciales y regulatorias existentes a la exportación, y la adopción de políticas que faciliten y agilicen el suministro transfronterizo de materias primas y materiales esenciales para la fabricación de las vacunas Covid-19, además de promover la mano de obra cualificada necesaria para esta fabricación.
¿Se siguen investigando nuevas vacunas?
Sí. Hasta ahora existen ocho vacunas contra la Covid-19 aprobadas en todo el mundo, cuatro de ellas de uso en Europa al contar con el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento. Las investigaciones sobre nuevas vacunas continúan y actualmente hay otras 114 en ensayos clínicos, de las que 23 están ya en la última fase de investigación.
¿Hay también medicamentos en marcha frente a la Covid-19?
Desde el inicio de la pandemia se pusieron en marcha ensayos con medicamentos existentes para otras patologías con potencialidad para combatir la Covid-19. Actualmente, según los registros de la OMS, se están llevando a cabo 1.612 ensayos clínicos con pacientes en todo el mundo. Los tratamientos con anticuerpos monoclonales se muestran prometedores para el tratamiento ambulatorio, al igual que los nuevos antivirales.
¿Qué papel está jugando España en la fabricación de vacunas e investigación de nuevos tratamientos?
España está contribuyendo de forma notable. Ha sido el primer país de Europa y el cuarto del mundo en número de ensayos clínicos contra el coronavirus, en línea con su papel de referencia internacional en investigación clínica de medicamentos, y hasta cuatro compañías españolas están participando, en colaboración con empresas desarrolladoras, en la producción de vacunas.
*Información elaborada por Farmaindustria con recursos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la consultora Airfinity, la Universidad de Duke, Unicef y la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma).