Diagnósticos precoces y más ajustados, mejores resultados clínicos y menos efectos adversos. Estas son algunas de las ventajas para los pacientes de la medicina personalizada, un nuevo concepto que hace referencia a cualquier técnica o tecnología que pretende mejorar la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad utilizando para ello las características individuales del enfermo y así identificar el tratamiento más apropiado.
Un informe elaborado por la consultora estadounidense Charles River Associates para las asociaciones europeas de la industria farmacéutica innovadora (EFPIA) y de las compañías biofarmacéuticas (EBE), y hecho público la semana pasada, expone de forma detallada los potenciales beneficios de esta nueva medicina personalizada no sólo para los pacientes, sino también para los sistemas sanitarios y para la sociedad europea en general.
El informe recoge diversa evidencia científica y, a partir de la experiencia acumulada en cinco países europeos en el abordaje de cuatro tipos de cáncer, ofrece ejemplos concretos de mejoras en la eficacia de los tratamientos, avances en la prevención de enfermedades, reducciones en los tiempos de hospitalización y gestión más eficaz y ética en el desarrollo de ensayos clínicos.
Entre los resultados de los casos analizados los autores observan mejoras en la supervivencia de los pacientes, reducción de eventos adversos tras el tratamiento, ahorros en la atención sanitaria, descenso en los periodos de hospitalización o abaratamiento en la realización de ensayos clínicos.
Sobre la base de la evidencia disponible, el informe elabora cinco recomendaciones de actuación para las autoridades sanitarias en este campo: priorización de la medicina personalizada en coordinación con los planes nacionales de salud ya vigentes; mejora de la gestión de la atención sanitaria para asegurar la adecuada personalización del tratamiento de cada paciente; inversión y cooperación a largo plazo para la creación de infraestructuras que permitan realizar pruebas de última generación (como laboratorios de genética molecular), así como el desarrollo de mecanismos de financiación que aseguren el acceso a estas pruebas diagnósticas; generación de una infraestructura uniforme y accesible para la realización de pruebas diagnósticas en toda Europa, y mayor homogeneidad en los datos requeridos por reguladores y órganos de evaluación de tecnologías sanitarias (HTA) para mejorar la generación de evidencia y facilitar el proceso de evaluación basado en valor.
“Que las recomendaciones que hace este informe se lleguen a hacer realidad es esencial para asegurar la equidad en el acceso de los pacientes a los medicamentos innovadores”, sostiene Nathalie Moll, directora general de EFPIA, quien asegura que “la industria farmacéutica está preparada para apoyar a los Estados Miembro y a las autoridades comunitarias en una estrategia para una mejor personalización de los tratamientos en beneficio de los pacientes europeos”.
El informe completo, en inglés, está disponible en el este enlace.