“En este país contamos con un sistema sanitario de primera línea, profesionales sanitarios muy bien formados, excelentes centros de investigación, organizaciones de pacientes comprometidas y una legislación pionera en Europa. Junto con el compromiso de las compañías farmacéuticas, el objetivo de todos es convertir a España en uno de los lugares más atractivos del mundo para hacer investigación biomédica”. Así condensa Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, el reto al que se enfrenta todo el tejido biosanitario español en la actualidad y que será analizado y debatido en la XII Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica, que se celebra los próximos 5 y 6 de marzo en Madrid.
El camino para lograr esa meta ya está parcialmente recorrido. España acumula una notable experiencia en colaboración público-privada en investigación preclínica, y avanza con paso firme en la clínica, hasta el punto de que ya un tercio de todos los ensayos realizados en Europa ya cuentan con participación española. “Y para alguna compañía farmacéutica multinacional, nuestro país ya es una de sus dos o tres primeras elecciones para desarrollar su actividad investigadora”, explica Urzay. En el mismo sentido discurre la experiencia con las nuevas terapias génicas y celulares, donde profesionales sanitarios, hospitales y compañías participan e incluso lideran iniciativas internacionales de calado.
Polo de atracción
Sobre esta sólida base, el objetivo final, en el que Farmaindustria trabaja de forma decidida, es convertir a España en uno de los principales polos de atracción de proyectos internacionales de innovación biomédica.
Para Urzay, la XII edición de la Conferencia será un buen ejemplo del espíritu colaborativo con el que todos los agentes del sector biomédico trabajan para lograr alcanzar y consolidar tan ambicioso objetivo. “Administración Pública, profesionales sanitarios, investigadores, pacientes y laboratorios; todos vamos de la mano en este proceso. Desde la temprana adaptación de la normativa europea al ordenamiento español hasta el aprovechamiento del Big Data en la I+D de medicamentos pasando por la creciente participación de las asociaciones de pacientes en las actividades de investigación; todo suma”, explica el responsable de la patronal.
Apuesta clara
En este sentido, Urzay destaca la importancia de que la Administración sanitaria acompañe con una apuesta clara por el acceso a la innovación, de modo que España no pierda terreno frente a los grandes países de referencia, y dentro de una política, con la que la industria farmacéutica está también comprometida, de evaluación de los resultados en salud y de conciliación con la sostenibilidad.
“La investigación biomédica ya responde a un modelo nuevo –concluye el representante de Farmaindustria-. Es colaborativa, internacional y multicéntrica. Hay una competencia grande entre diversos países del mundo. Y nosotros tenemos mucho a nuestro favor para estar bien posicionados. España no puede perder este tren”.