El Programa Farma-Biotech tiene como objetivo poner en contacto a los centros de investigación y pequeñas empresas emergentes con compañías farmacéuticas. Es una de las iniciativas de Farmaindustria para impulsar el desarrollo de fármacos innovadores, que este martes celebró su XXII edición de nuevo de forma presencial tras dos años de pandemia.
En la presentación de los proyectos participó el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, quien destacó la importancia de la colaboración en fases tempranas de la investigación biomédica: “Esta es una empresa compleja, arriesgada, que requiere sacrificio e inversión y no siempre es entendible. Cuando un nuevo medicamento llega a los pacientes, pocos son conscientes de lo que lleva detrás, y esta reunión es una clara muestra de ello”.
Con un total de 87 propuestas analizadas en 2022, el programa ha seleccionado ocho proyectos cuyos investigadores pudieron dirigirse directamente a representantes compañías farmacéuticas. En los requisitos para su selección han destacado el carácter innovador de la propuesta, su diferenciación respecto a los desarrollos ya existentes, el tipo de producto, la fortaleza de su propiedad intelectual, el área terapéutica y el estado de avance del proyecto.
En esta ocasión, los proyectos elegidos desarrollan fármacos para el tratamiento del ictus, el cáncer de mama, la sepsis, la retinosis pigmentaria, la distrofia miotónica tipo 1 y las patologías autoinmunes, hepáticas o inflamatorias.
Urzay recordó que Farmaindustria viene promoviendo este tipo de reuniones con el doble objetivo de impulsar la investigación biomédica en España a través de la colaboración de start-ups y equipos de investigación de centros públicos o privados con compañías farmacéuticas y de acelerar la traslación de potenciales nuevos medicamentos de estas pequeñas compañías a la práctica médica.
Valor de la colaboración público-privada en todo el proceso investigador
No solo en las fases iniciales, sino en todo el proceso de desarrollo de medicamentos, la colaboración público-privada tiene un alto potencial para alcanzar nuevas terapias y que estas lleguen a los pacientes, como defendió la directora asociada de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga, en un foro organizado este miércoles por la Fundación Científica del Colegio de Médicos de Segovia.
En el encuentro, celebrado bajo el título La investigación biosanitaria: colaboración público-privada en su planificación y financiación, Martín Uranga destacó que “el desarrollo de medicamentos es un proceso cada día más abierto, con la participación de muchos centros, profesionales y pacientes en muchos países, como se ha constatado en la actual crisis. Hace falta mucho conocimiento, experiencia y capacidad financiera para movilizar todo eso, y la industria farmacéutica ha demostrado que puede hacerlo de manera eficiente y exitosa. En la cooperación público-privada está la respuesta”.
La portavoz de Farmaindustria subrayó también la colaboración público-privada y el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la Salud de Vanguardia como una oportunidad para potenciar las capacidades de nuestro país en producción e investigación: “Sin duda, es un momento muy oportuno para diseñar políticas de país y aprovechar las ventajas competitivas que ya tenemos en el área de investigación clínica para fomentar otras etapas como la preclínica y traslacional”.
Martín Uranga compartió coloquio con Laura García Bermejo, directora científica del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria, y con Antonio Cubillo, director de Oncología del Grupo HM Hospitales.