“Junto a la transición ecológica y la digitalización, la investigación biomédica es el tercer gran vector transformador hoy y en el próximo futuro de nuestra sociedad”. Así lo manifestó el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, en la Forbes Healthcare Summit 2020, celebrada este miércoles en Madrid. Esto abre una gran oportunidad para España, que tiene en su sector salud “uno de los que más impacto económico y social” generan en el país, y también supone notables desafíos, como la eficiencia y la equidad, para lo que propone usar instrumentos como el big data y la cooperación entre los agentes del sector.
El director general de Farmaindustria intervino en la mesa ‘Presente y futuro de la salud en España’, junto al presidente del Consejo General de Farmacéuticos de España, Jesús Aguilar; y Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).
“En el caso de la investigación biomédica, la transformación es ya una realidad. Los avances en las ciencias básicas biomédicas, genómica y proteómica, están dando lugar a una nueva forma de tratar la enfermedad, a través de terapias génicas y celulares, y nuevos mecanismos de acción. Es lo que se conoce como medicina de precisión o personalizada, que dará lugar a cambios radicales en nuestra sociedad”, afirmó Arnés.
Para avanzar en este camino, las palancas fundamentales son la digitalización y el big data, aseguró, esenciales en todos los ámbitos de trabajo de las compañías farmacéuticas. «Primero, han de ayudar en el avance del desarrollo de las ciencias para profundizar en tratamientos más precisos: hoy ya el 50% de los medicamentos que se investigan tiene el potencial de ser tratamientos personalizados. Segundo, deben suponer una ventaja en la optimización del proceso de la I+D. Podremos reducir tiempos tanto con la simulación de los ensayos como con el reclutamiento de pacientes, lo que es esencial ante una actividad cada vez más costosa y difícil. Hoy la investigación de un nuevo fármaco cuesta en torno a 2.500 millones de euros y el proceso dura al menos 10 años”, según recordó.
Y, en tercer lugar, tienen que contribuir a la medición de los resultados en salud y a la mejora en el acceso igualitario a los tratamientos en cualquier punto de España, factor decisivo este último para conseguir una mayor eficiencia del sistema sanitario. “Es muy importante que se midan los resultados en salud de las intervenciones sanitarias para elegir en cada caso la mejor para el paciente y las más eficiente para el sistema. E igual de decisivo para los pacientes hoy en día es el acceso igualitario a los nuevos tratamientos. Hay que mejorar los sistemas de gobernanza para que cualquier ciudadano tenga el mismo acceso a los mejores tratamientos con independencia del lugar donde resida”, afirmó Arnés.
Junto a todo ello, en el debate se insistió en la necesidad de aumentar la colaboración entre los distintos agentes del sector sanitario también como medio para mejorar en la eficiencia de la sanidad en el futuro. “La colaboración en la investigación en medicamentos, que es el motor de esta industria, es una realidad –explicó el director general de Farmaindustria-. Hoy la I+D que se origina desde la industria farmacéutica es una actividad abierta y colaborativa. Así, en el caso de España, la mitad de esa inversión se hace en colaboración con terceros: hospitales, universidades y otros centros de investigación públicos y privados, lo que hace que la industria farmacéutica se haya convertido el gran dinamizador del tejido investigador biomédico en España”.
En esta línea, Arnés insistió en el valor económico y social que el sector salud aporta a España, y subrayó la necesidad de “colaborar entre todos los agentes para capturar esa gran oportunidad que implica para el país”. En el caso concreto del medicamento y la industria farmacéutica, destacó la oportunidad que la investigación en medicamentos constituye para el futuro de España. “Podemos estar orgullosos de la calidad que tenemos en este terreno. Por ejemplo, para algunas de las principales multinacionales farmacéuticas, nuestro país se ha convertido en el segundo país del mundo, tras EEUU, por participación en ensayos clínicos. Por ello, tenemos que aprovechar esta posición privilegiada y reforzar nuestro liderazgo. Necesitamos nuevos impulsos y visión estratégica. Se beneficiarán los pacientes, primero, y el conjunto de nuestro país, Hemos avanzado mucho y nuestro sector puede ayudar a lograr ese ansiado cambio de modelo productivo en nuestro país, para evolucionar a una economía basada en el conocimiento, la I+D y la productividad”.