La repentina demanda de algunos medicamentos esenciales durante los meses más duros de la pandemia de coronavirus creó una situación de emergencia sin precedentes, con muchos países haciendo acopio y con medidas que afectaban a la producción y circulación de mercancías en todo el mundo. En ese momento, las 82 plantas de producción de medicamentos de uso humano radicadas en España aplicaron planes de contingencia para asegurar la producción y abrieron líneas de fabricación de determinados medicamentos y productos sanitarios de urgencia, al tiempo que las compañías se movieron con agilidad en los mercados internacionales para mantener la llegada de fármacos y materias primas.

“Gracias a esa movilización, se logró que no faltaran los medicamentos con los que se trataba a los pacientes de Covid, especialmente a aquellos que estaban ingresados en las UCI, y también que no hubiera desabastecimientos del resto, es decir, de los medicamentos que cada día toman 25 millones de españoles para seguir haciendo su vida en condiciones de normalidad”. Así lo explicó el presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, en un encuentro on line celebrado este lunes con profesionales de la producción de medicamentos y principios activos, organizado por el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, y a quienes agradeció su trabajo en condiciones excepcionales de estos casi dos años.

Esta experiencia vivida durante la pandemia -añadió López-Belmonte- ha planteado en toda Europa la pregunta de si nuestra dependencia de Asia en producción de ciertos principios activos y medicamentos estratégicos es excesiva y si deberíamos crear el marco adecuado para recuperar parte de esa producción. “En Farmaindustria -afirmó- vemos esto como una necesidad y como una oportunidad. Necesidad, porque reforzaríamos la protección estratégica de nuestro país ante futuros desafíos sanitarios. Y oportunidad, porque podríamos reforzar nuestro robusto tejido productivo, con la generación de inversión y empleo que supondría”.

De hecho, recordó, el sector ya ha presentado al Gobierno una iniciativa concreta en este ámbito, el proyecto Medicamentos Esenciales y Capacidades Industriales Estratégicas para la cadena de valor de la Industria Farmacéutica Innovadora en España (MedEst), que ha logrado implicar a 40 compañías de Farmaindustria, de genéricos y de principios activos para, por un lado, aumentar las capacidades estratégicas de fabricación y así disponer de mayores garantías en el abastecimiento de medicamentos estratégicos para nuestro país y, por otro, mejorar la competitividad productiva de la industria farmacéutica en España a través de su capacitación en conocimiento, tecnología y digitalización. “Todas las compañías del proyecto comparten la idea de que estamos ante un espacio de crecimiento económico y social para España y de seguridad desde el punto de vista de la protección de la salud”, aseguró.

Un modelo productivo de futuro

El presidente de Farmaindustria recordó que las compañías farmacéuticas asentadas en España producen cada año por valor de 15.000 millones de euros, y en 2020 batieron el récord de volumen de exportación con casi 12.800 millones de euros. Estas cifras suponen casi una cuarta parte de la producción y exportación de alta tecnología española y han convertido al medicamento en el cuarto producto más exportado, con el 5% del total de exportaciones españolas. “Son cifras muy significativas que demuestran que nuestro sector es estratégico para la reactivación económica y social de España, y deberá serlo para configurar nuestro modelo productivo de futuro”, finalizó.