“Entendemos que hay en Europa una necesidad importante de conciliar tres objetivos básicos de los sistemas de salud: el mejor acceso de todos los ciudadanos europeos a todos los tratamientos disponibles, la sostenibilidad de las cuentas públicas y el desarrollo de la actividad innovadora e industrial de las compañías farmacéuticas; esto es, conciliar acceso, sostenibilidad e innovación”. Así resume el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, el reto de la Estrategia Farmacéutica Europea en la que trabaja la Comisión Europea (CE).
Esta iniciativa intenta corregir el acceso desigual a los medicamentos en los distintos países europeos; el que no siempre sean asequibles ni para pacientes ni para los sistemas públicos de salud; que se produzcan alteraciones en la cadena de suministro que se han visto agravadas durante la pandemia provocada por el coronavirus, por lo que sería necesario recuperar producción estratégica de medicamentos en el continente, y que en ocasiones la investigación no está alineada con las necesidades de salud pública. Asimismo, la CE considera que es tiempo de adaptar el marco regulatorio a la nueva realidad científico-técnica y a los desarrollos que se están produciendo en el ámbito biomédico.
Arnés, que participó este jueves en un webinar organizado por la consultora Atrevia y la escuela Talento-Ephos, recordó que ya se ha publicado la hoja de ruta para esta estrategia, lo que permite conocer por dónde va a diseñarse y cuáles son los objetivos que persigue. En primer lugar, intentar que haya un acceso de todos los pacientes europeos a los mejores tratamientos, que estén disponibles y a precios asequibles. Y el segundo gran objetivo es que Europa tenga una innovación acorde con las nuevas necesidades sanitarias y que le permita recuperar un cierto liderazgo en investigación biomédica, que ha ido perdiendo en los últimos años como consecuencia de los avances de Estados Unidos y de países asiáticos.
“Acogemos favorablemente una iniciativa de este tipo. Es un deseo compartido de todos: Comisión Europea, Estados miembro e industria farmacéutica. Pero la clave está en cómo se va a hacer, con qué instrumentos se pretenden lograr estos objetivos. Aquí es donde aparecen las preocupaciones lógicas de la industria si no se establecen a partir del diálogo y la participación de todos”, reflexionó.
El temor fundamental de la industria farmacéutica es que se tomen medidas unilaterales por parte de los Gobiernos que debiliten los derechos de propiedad industrial o actúen sobre los precios de los medicamentos hasta el punto de que no sólo no contribuyan a que Europa recupere terreno en I+D y tejido industrial en un ámbito tan estratégico como éste, sino que pierda capacidad de competir con otras regiones del mundo. Para evitar esto propuso dar voz a todas las partes: “Una iniciativa de este calado debe contar con la voz y los intereses de todos los agentes concernidos. Por eso consideramos que debe crearse una plataforma de diálogo, un foro de alto nivel, que permita trasladar enfoques constructivos y colaborativos a través de escuchar a todos los actores”.
Con respecto al suministro de medicamentos, recordó que es necesario analizar cuáles son las causas por las que se producen los problemas de abastecimiento en algunos productos y que se deben analizar las posibles deficiencias del mercado único. “Creemos que la respuesta no está en cambiar la legislación, sino en dialogar”, aseveró. El director general de Farmaindustria sí comparte la necesidad, incluso urgente, de recuperar la fabricación de productos esenciales en el seno de la UE. En este sentido, propuso armonizar los estándares de calidad, seguridad y medioambientales de todos los agentes que operan en el sector farmacéutico a nivel mundial y buscar fórmulas para compensar la erosión que han sufrido los precios de los medicamentos maduros en Europa. “En España –subrayó-, el 58% de los medicamentos que se venden en las oficinas de farmacia tienen un precio inferior a 3,2 euros. Con estos precios es prácticamente imposible que haya fabricación en Europa, por lo que las autoridades deben plantearse cuál es el retorno adicional para que la producción se instale en nuestro territorio”.
La fabricación de medicamentos esenciales, oportunidad para España
España puede convertirse en un referente, sostiene Arnés. Como apuntaba hace sólo unos tenemos compañías bien posicionadas, con capacidad de producción, con tecnología propia muy avanzada y con capacidad de hacerlo con precios altamente competitivos a nivel europeodías un informe sobre transformación económica del Real Instituto Elcano, explicó, la industria farmacéutica es uno de los pilares para salir de la crisis: España tiene la oportunidad de convertirse en un hub de inversiones para la fabricación de medicamentos esenciales, “porque ”.
El coloquio, en el que también participó el director general de la patronal portuguesa Apifarma, Heitor Costa, concluyó con las lecciones que ha dejado la crisis sanitaria, que el director general de Farmaindustria resumió en tres: Europa necesita sistemas de salud fuertes que permitan abordar crisis sanitarias y futuras pandemias, lo que se consigue con más inversión. La segunda es contar con sectores estratégicos, como el farmacéutico, que permitan satisfacer necesidades básicas y esenciales (el sector ha respondido con responsabilidad y ningún paciente se ha quedado sin su medicamento). Y el tercer elemento clave es la importancia de la investigación biomédica, como uno de los vectores que van a definir el futuro de las sociedades junto con la transición ecológica y la digitalización. “Es fundamental que invirtamos en el ámbito de la investigación. La pandemia nos ha enseñado que no hay economía si no hay salud, y no hay salud sin investigación”, concluyó.