“La historia nos muestra cómo gracias a la colaboración entre todos los actores del sistema de salud hemos podido dar respuesta eficaz y en muy corto espacio de tiempo a problemas de salud de enorme envergadura, como ha sido la pandemia de la Covid-19. Este es el ejemplo que debemos seguir en las enfermedades más desatendidas y que son uno de los grandes desafíos de la sociedad actual a nivel mundial”. Así lo expresó este viernes José Ramón Luis-Yagüe, director del Departamento de Relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, en el 43 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que se está celebrando estos días en Zaragoza.
En una mesa dedicada a las patologías predominantes en poblaciones con pocos recursos, el portavoz de Farmaindustria se refirió en concreto a las llamadas enfermedades tropicales desatendidas, un grupo de patologías infecciosas, muchas de ellas parasitarias, que afectan principalmente a las poblaciones más pobres y con un limitado acceso a los servicios de salud. Y recordó cómo desde hace años la colaboración de la industria farmacéutica en diferentes programas e iniciativas promovidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha permitido lograr grandes avances en el ámbito de la promoción de la salud, de la prevención de la enfermedad, del diagnóstico y del tratamiento en estas poblaciones.
En concreto, frente a estas patologías -dijo- las compañías farmacéuticas vienen actuando al menos desde los años 80 en tres grandes líneas. “Por un lado, impulsando la innovación, la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos frente a las enfermedades prevalentes en estos países y en poblaciones con escasos recursos económicos. Por otro lado, fortaleciendo los sistemas de salud y facilitando una mayor capacitación para la asistencia sanitaria, junto a programas de prevención y concienciación sobre las enfermedades, Y, por último, facilitando el acceso a los tratamientos existentes y garantizando el suministro a largo plazo de medicamentos accesibles y de calidad”.
El ejemplo de Covax
En este último punto, puso el ejemplo del papel que están desempeñando las compañías farmacéuticas para que las vacunas de la Covid-19 lleguen a todo el mundo. “La industria farmacéutica se comprometió a colaborar y compartir conocimiento para ganar tiempo en la investigación y el desarrollo de las vacunas contra la Covid-19, ofrecerlas a todo el mundo a un precio asequible y cooperar con los organismos internacionales para un acceso equitativo”, recordó. De esta manera, las compañías fabricantes, explicó, están colaborando desde el inicio de la pandemia con la iniciativa Covax, “un proyecto de la OMS respaldado por gobiernos y otras grandes organizaciones sociales que busca asegurar un acceso equitativo a las vacunas disponibles y propiciar que lleguen dosis suficientes a los países más empobrecidos”.