La relación que mantiene la industria farmacéutica con los profesionales sanitarios, y en especial con los médicos, no sólo es perfectamente legítima y transparente, sino que es imprescindible para avanzar en la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, garantizar la formación continuada de los facultativos y mejorar la esperanza y calidad de vida de los pacientes a través del avance científico.
Esta es la principal idea que trasladó este miércoles Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, en su intervención en una mesa de debate La colaboración entre la industria farmacéutica y los profesionales médicos: formación, investigación y transparencia, celebrada en el marco del 41º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que tiene lugar estos días en Gijón.
A su juicio, “este valioso intercambio de conocimiento y experiencia es lo que permite actualizar y mejorar los conocimientos de los profesionales sanitarios sobre los medicamentos al tiempo que facilita a la industria hacer el mejor uso de su experiencia clínica y científica, clave para el desarrollo de la investigación”. “Todo ello –añadió– acaba beneficiando a los pacientes, que de esta forma tienen acceso a los mejores medicamentos para tratar sus dolencias”.
En concreto, con respecto a la contribución de la industria farmacéutica a la formación continuada de los médicos -que en España supone unos 200 millones de euros al año, en forma de colaboraciones con organizaciones y profesionales sanitarios-, Arnés defendió el compromiso de la industria en este ámbito, cuyo principal beneficiario, en última instancia, es el paciente.
Por otro lado, señaló que lo relevante es la calidad de la formación, y no tanto quién la financia y la imparte. Lo importante, manifestó, es “aplicar criterios de rigor, transparencia y calidad”.
A la cabeza en transparencia
La apuesta por la transparencia, que constituye una de las señas de identidad de la industria farmacéutica, añadió Arnés, apuntala el valor de esta colaboración ante la sociedad, puesto que ayuda a prevenir potenciales conflictos de intereses y a que la población la conozca y entienda su valor.
El director general de Farmaindustria puso en valor el esfuerzo llevado a cabo en materia de transparencia por la industria farmacéutica en España, que ha sido capaz de poner en marcha una iniciativa “valiente y pionera, sin precedentes en otros sectores, y que empezó con la publicación de las sanciones y mediaciones en aplicación del Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica y continuó después con la publicación de las colaboraciones con organizaciones de pacientes y, finalmente, la de las que se producen con las organizaciones de pacientes y profesionales sanitarios.
En el caso de los profesionales sanitarios, además, España es el único país de Europa que publica las transferencias de valor de forma individualizada. Y Arnés destacó y agradeció la aceptación por parte del médico, que “ha sido ejemplar”; de hecho, añadió, “no se han reducido estas colaboraciones con motivo de la transparencia”.
El éxito de este esquema de colaboración tiene también su reflejo en la investigación. De hecho, está siendo una de las bases que han permitido situar a España en el grupo de cabeza de la investigación clínica en Europa: los médicos e investigadores españoles participan en uno de cada tres ensayos clínicos en el continente y además varias de las mayores compañías del mundo ya tienen a nuestro país como principal destino de sus inversiones en ensayos tras Estados Unidos, algo impensable hace apenas unos pocos años.
Investigación: un círculo virtuoso y una oportunidad
Y esto, explicó Arnés, genera un “círculo virtuoso en el que todos ganan”: gana el profesional, que está en vanguardia de la investigación; gana el paciente, que puede tener acceso temprano a los nuevos medicamentos; gana el sistema, que atrae recursos y puede mejorar su prestación, y gana la industria, que puede colaborar con un sistema sanitario sólido y profesionales muy cualificados en los ensayos clínicos.
“Hoy -apuntó el director general de Farmaindustria- la lucha entre los países está en captar el mayor número posible de esas inversiones, en función de ese círculo virtuoso”. Y subrayó en esta línea la gran oportunidad que se abre para España en investigación biomédica, merced a la solidez de nuestro sistema sanitario, la preparación de sus profesionales, la creciente implicación de los pacientes, la sensibilidad de la Administración, que se anticipó a otros países en la adaptación de la normativa europea sobre investigación clínica, y la fuerte apuesta de la industria, que es el sector líder en inversiones en I+D biomédica en España, con más de 1.100 millones de euros anuales que suponen más del 20% del conjunto de la I+D industrial en nuestro país.
“La creciente colaboración de la industria farmacéutica con los médicos y el conjunto del sistema sanitario en materia de investigación de nuevos medicamentos está contribuyendo a que España sea una referencia internacional en investigación clínica, lo que redunda en mayor inversión en nuestros hospitales y, sobre todo, en una prestación sanitaria de mayor calidad. Debemos movilizarnos todos en la misma dirección para convertirnos en un líder mundial”, concluyó.