El Consejo General de la Abogacía Española y Transparencia Internacional España han reconocido el compromiso de Farmaindustria con la transparencia, al otorgarle uno de los dos accesit de la segunda edición del Premio a la Transparencia, Integridad y Lucha contra la Corrupción.

El jurado ha valorado el compromiso de la industria farmacéutica con la transparencia “mediante la puesta en marcha de un Código de Buenas Prácticas que alinea sus comportamientos con la normativa nacional e internacional y garantiza que la promoción de medicamentos y las relaciones con profesionales u organizaciones sanitarias se desarrollan bajo estrictos principios éticos”, según reza la nota oficial hecha pública por los organizadores.

Compromiso

El premio, que no tiene dotación económica, está dirigido a personas o entidades que “hayan destacado por su compromiso y actuaciones en aras de los valores de transparencia, integridad o la lucha contra la corrupción”, señalan los organizadores, y, en este sentido, pretende “alentar y reconocer el trabajo de quienes han demostrado una actitud firme y ejemplar” en estos ámbitos.

El jurado ha estado formado por la presidenta de la Abogacía Española, Victoria Ortega; el presidente de TI-España, Jesús Lizcano; el anterior presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer; la abogada y miembro del patronato de la Fundación Abogacía Milagros Fuentes; la catedrática de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid Silvina Bacigalupo; y el periodista de El País Juan José Mateo.

Calidad

El premio, en esta segunda edición, ha correspondido al Consejo General del Poder Judicial, y en concreto al Grupo de Transparencia del CGPJ, y el otro accésit se le ha otorgado a la Fundación Civio, plataforma de defensa de la calidad democrática.

El reconocimiento del Consejo de la Abogacía Española y de Transparencia Internacional se suma a los avales que diferentes organizaciones públicas y privadas, como el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, y medios de comunicación han venido dando en los últimos años a la apuesta de la industria farmacéutica por la transparencia, una iniciativa sectorial pionera y apoyada en la autorregulación.

A lo largo de los últimos tres lustros, y a través de un sólido y moderno Código de Buenas Prácticas y una Unidad de Supervisión Deontológica que vela por su cumplimiento, la industria ha ido sumando medidas que van desde la publicación de las sanciones y acuerdos de mediación por incumplimiento del Código hasta las colaboraciones de las compañías farmacéuticas con organizaciones de pacientes. A este ejercicio de transparencia se suma desde 2016 la publicación de las colaboraciones que implican transferencias de valor entre compañías y organizaciones y profesionales sanitarios, con el doble objetivo de poner de manifiesto ante la sociedad el valor de esas colaboraciones para la investigación y el uso adecuado de los medicamentos, y por tanto para la calidad de la prestación sanitaria a los pacientes, y de prevenir potenciales conflictos de interés.