El Sistema Nacional de Salud (SNS) necesita más inversión y una revisión estructural que permita dotarlo de los instrumentos necesarios para hacer frente a las nuevas necesidades: cronicidad, prevención y educación para la salud, atención a domicilio, recursos sociosanitarios y hasta un marco administrativo capaz de dar mayor agilidad para responder a desafíos como la pandemia.
“Llevamos años invirtiendo en el sistema sanitario menor porcentaje sobre el PIB que la media europea, y eso está pasando factura: desde la carga asistencial y las esperas que denuncian los profesionales hasta el deterioro en el acceso a los medicamentos innovadores. El pesimismo sobre el futuro del sistema que transmiten muchos sanitarios se refleja en esta falta de inversión. Es fundamental romper esta dinámica”. Así lo defendió el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, este lunes en la presentación de Hiris de la Sanidad, una iniciativa de la consultora Hiris que, a través de encuestas a profesionales y gestores sanitarios, recaba su opinión sobre la situación y perspectivas del sistema sanitario. Precisamente, fueron algunas de las opiniones recogidas en esas encuestas las que se sometieron a debate entre los invitados a la presentación.
“El dinero invertido en sanidad significa ganancia social y ganancia económica. En el caso de la primera, pocas dudas quedan de los retornos claros en bienestar, sobre todo en el caso de la población con menos recursos. Sobre la segunda, no podemos olvidar que la salud mueve casi el 10% del PIB y que la inversión en este sector es una inversión basada en el conocimiento, lo que además nos permitiría captar inversión internacional”, añadió Urzay.
Y es que la inversión en salud es clave para la reactivación económica y social que necesita hoy España y para reforzar el modelo productivo de futuro. Un informe de Analistas Financieros Internacionales (AFI) le pone cifras: un plan de inversión a cinco años en sanidad incrementaría 427.000 millones de euros en el PIB entre 2025 y 2040. Dicho de otro modo: aumentar el gasto público en sanidad en dos puntos del PIB provocaría el aumento de la tasa de crecimiento media del PIB en 0,25 puntos porcentuales a lo largo de este periodo.
En este sentido, Urzay hizo hincapié en la inversión en investigación y, en especial, en la clínica: “La investigación clínica no sólo atrae inversión a nuestro sistema sanitario y da mayores oportunidades a los pacientes, sino que permite a nuestros profesionales estar en la vanguardia del conocimiento, lo que aplican también a su labor asistencial, y es una gran motivación para esos mismos profesionales. España es una referencia internacional en la materia, pero hay mucho espacio para mejorar, implicando a mayor número de centros, profesionales y pacientes”.
El subdirector general de Farmaindustria compartió conversación con Manuela García Romero, vicepresidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos; Jesús Sanz, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), y Francisco de Paula, director de Estrategia de Sistema de Salud de Medtronic, bajo la moderación de Jesús María Fernández Díaz, CEO de Hiris.