El presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, reafirmó la semana pasada el firme compromiso del sector farmacéutico innovador con la sostenibilidad del sistema sanitario y destacó la importancia de mantener abiertas las vías de diálogo y colaboración con las distintas administraciones en aras de mantener la calidad asistencial y la eficiencia, así como de asegurar el acceso de los pacientes a la innovación.
Así lo expresó en un encuentro con representantes de 23 medios de comunicación, celebrado el martes 25 de junio, donde puso de manifiesto que el citado compromiso con la sostenibilidad del sistema sanitario y el acceso a la innovación, junto al impulso de la I+D de nuevos medicamentos, son las claves sobre las que descansa la actuación de la industria farmacéutica innovadora en España, que tiene siempre como objetivo último mejorar la salud y calidad de vida de los pacientes.
“Nuestra principal razón de ser –explicó– es ayudar a los pacientes, desarrollando medicamentos que puedan curarlos o controlar su enfermedad para que puedan volver a tener una vida normal o, al menos, convivir con su enfermedad lo mejor posible durante años”.
En cuanto al Convenio con el Gobierno, Sellés defendió su vigencia como instrumento eficaz para asegurar la sostenibilidad y el acceso a la innovación y explicó, ante preguntas de los periodistas, que por primera vez la industria farmacéutica tendrá que devolver al Estado la diferencia entre el crecimiento del gasto público en medicamentos y el del PIB real. En consecuencia, volverán a las arcas públicas entre 140 y 150 millones de euros como consecuencia de la aplicación del Convenio, aunque todavía es necesario que el Gobierno establezca, en el marco de un próximo encuentro, la cantidad exacta.
Por otro lado, en su intervención ante los periodistas, Martín Sellés analizó también la importancia del sector farmacéutico innovador para la economía productiva en España y su efecto dinamizador sobre el conjunto del tejido investigador clínico y preclínico, y subrayó la cooperación de Farmaindustria con los distintos agentes del sector sanitario, desde las administraciones sanitarias hasta las asociaciones de pacientes y las organizaciones de profesionales sanitarios.
El presidente de Farmaindustria planteó también en el encuentro la necesidad de incrementar la inversión pública en el sistema sanitario, que apenas llega al 6% del PIB en España: “Todos los agentes del sistema (gestores, profesionales sanitarios, industria farmacéutica…) han hecho un esfuerzo para que con estos recursos intentemos mantener la calidad asistencial. Creo que hay que reconocérselo. Pero más y más voces expertas piensan que deberíamos dedicar al menos un 7% del PIB a nuestro sistema sanitario público para garantizar la calidad asistencial”.
Al mismo tiempo, advirtió sobre los riesgos que conllevan las propuestas de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) como la implantación de subastas de medicamentos a nivel nacional, que “no son fáciles de implementar, en contra de lo que dice el informe, y podrían provocar desabastecimientos severos con graves consecuencias para los pacientes”. En esta línea, y aunque insistió en que, mediante el diálogo, se podrán encontrar soluciones que mejoren la eficiencia sin perjudicar a los pacientes, recordó que el gasto farmacéutico en oficinas de farmacia se ha reducido en 2.300 millones de euros desde 2009, pasando de los 12.500 millones de aquel año a 10.200 millones en 2018. Además, las proyecciones del crecimiento del gasto farmacéutico total para los próximos 3 ó 4 años lo sitúan en alrededor del 1,5-2,0%, un dato muy inferior al crecimiento del PIB nominal de la economía española. “Creemos –agregó– que con el crecimiento del gasto farmacéutico controlado no son necesarias medidas que puedan tener un impacto negativo en los pacientes”.
Por otro lado, el máximo responsable de Farmaindustria defendió la vigencia y garantías del actual proceso de fijación de precios de los medicamentos, reiterando también que la llegada de las nuevas terapias no pone en riesgo la sostenibilidad del sistema sanitario. De hecho, los datos reflejan que el gasto público en medicamentos en 2018 estuvo en los mismos niveles que en 2009, y eso a pesar de que hay un 35% más de pacientes tratados. En este periodo, el peso del gasto farmacéutico sobre el PIB, lejos de aumentar, se ha reducido, pasando del 1,57% del PIB hace 10 años al 1,44% en la actualidad.
En cuanto a las nuevas terapias, no negó que algunas puedan tener un precio elevado, si bien destacó que, para que el debate no sea engañoso, hay que decir también que hay cientos de medicamentos que toman millones de pacientes que cuestan 4 ó 5 euros al mes. “Hay millones de pacientes con enfermedades importantes que se tratan con medicamentos que cuestan 50 euros al año, 16 céntimos al día –explicó-. Por tanto, si queremos tener una aproximación seria a este asunto tenemos que hablar de los medicamentos de alto precio, pero también de los de bajo precio. De lo contrario el debate es engañoso. Se pueden pagar los de alto precio porque el sistema ahorra mucho con los de bajo precio. ¿Cuántas cosas compramos en nuestro día a día que cuesten 4 ó 5 euros al mes? Hay pocas o casi ninguna”.
El encuentro tuvo un amplio eco en los medios de comunicación, tanto generalistas, como El País, ABC, La Razón, La Vanguardia, El Confidencial, Onda Cero o Cope, como económicos (Expansión, Cinco Días y El Economista), regionales (Diario de Burgos, La Nueva España, Diario de León…), agencias de noticias (Europa Press, Efe y Servimedia) y la práctica totalidad de los medios especializados en temas de sanidad y farmacia (Diario Médico, Correo Farmacéutico, El Global, Redacción Médica, El Médico, Acta Sanitaria, Diariofarma, iSanidad…).