Imagen del foro sobre ensayos clínicos.

“Hemos de seguir trabajando para que España sea uno de los líderes mundiales en investigación clínica, y para ello debemos promover mucho más la colaboración público-privada, que cosecha excelentes resultados como hemos podido comprobar durante la pandemia de coronavirus”. Así se expresó el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, este martes en el Foro “Ensayos clínicos en la era Covid-19”, organizado por la Cátedra de Medicina Individualizada Molecular de la Universidad de Autónoma y Merck.

Junto al subdirector general de Farmaindustria intervinieron en el foro la directora general de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), María Jesús Lamas; la presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Olga Delgado, y el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Álvaro Rodríguez-Lescure, con la moderación del doctor Jesús García-Foncillas, director de la Cátedra de Medicina Individualizada Molecular de la Universidad de Autónoma y Merck.

Urzay puso como ejemplo del protagonismo de España en los ensayos clínicos para investigar posibles tratamientos frente al coronavirus. “Somos el cuarto país del mundo y el primero de Europa en número de ensayos clínicos contra el coronavirus. Compañías farmacéuticas y hospitales en España participan en más de 150 estudios de potenciales tratamientos y vacunas, en alrededor de 170 hospitales españoles, públicos y privados, que han logrado implicar a unos 28.000 pacientes”.  Además –señaló-, la investigación clínica se ha mantenido más allá de la Covid, como demuestra el dato de que el año pasado se pusieron en marcha en España un total de 1.015 ensayos clínicos en las diferentes áreas terapéuticas, superando a la cifra alcanzada en 2019.

Hacia la excelencia en los ensayos clínicos

El reto a partir de ahora, señaló Urzay, es alcanzar la máxima excelencia en la realización de ensayos clínicos, en un entorno “donde hay requisitos cada vez más exigentes de la investigación clínica de vanguardia y son mayores los desafíos para mantener y mejorar la competitividad de España en este terreno”. Para conseguirlo, puso de ejemplo el Proyecto BEST, una plataforma que integra a todos los agentes implicados tanto públicos como privados en la investigación clínica y formada actualmente por 60 compañías farmacéuticas, 51 hospitales, 13 comunidades autónomas y 6 grupos de investigación clínica independiente. La plataforma comparte y monitoriza métricas de tiempos y reclutamiento entre todos los agentes involucrados, lo que permite detectar cuellos de botella y proponer soluciones. “Tras quince años de existencia del BEST, nuestro país es para muchas compañías farmacéuticas la segunda opción para realizar ensayos clínicos, sólo por detrás de Estados Unidos”, apuntó.

En este camino hacia la excelencia, también hace falta –según Urzay- mantener “equipos humanos altamente cualificados, adecuadamente dimensionados, dotados de recursos profesionalizados y con un alto grado de involucración y motivación”, así como lograr que un mayor número de centros se sumen a la investigación clínica de vanguardia para dar oportunidades de acceso a los ensayos a los pacientes en todo el territorio. “Debemos conseguir que hospitales medianos y pequeños de toda España sumen también la investigación clínica como parte de su labor; la investigación es una forma excelente de asistencia”, afirmó.