Mesa sobre reindustrialización en España, en Spain Investors Day

La pandemia ha demostrado el valor del medicamento en una situación de emergencia mundial. En los momentos más complicados de la crisis hubo serio riesgo de desabastecimiento de ciertos medicamentos, tanto por el aumento repentino de la demanda de algunos de ellos como por las dificultades generadas en la circulación internacional de mercancías y el acopio por parte de muchos países.

Sin embargo, los pacientes españoles estuvieron protegidos gracias a que nuestro país cuenta con un tejido productivo potente, que permitió, por ejemplo, que las personas con enfermedades crónicas no se quedaran sin sus tratamientos o adaptar con agilidad algunas líneas de fabricación para producir productos sanitarios de urgente necesidad en aquellos momentos.

Junto a esta realidad, ha quedado de manifiesto la alta dependencia que Europa, y España, tiene de países asiáticos en producción de medicamentos esenciales. Se trata de principios activos y fármacos veteranos, con muchos años de vida y ya sin protección industrial, cuya producción se ha desplazado a países como China e India por motivos de coste. La constante erosión de los precios de estos medicamentos en Europa ha ido obligando a las compañías, de forma paulatina, a recurrir a esos mercados en busca de ahorros. La cuestión es que esa dependencia podría entenderse hoy excesiva en un ámbito tan delicado como el del medicamento y ante retos como las crisis sanitarias.

Existe, por tanto, una necesidad clara de reindustrializar la región y el sector farmacéutico ha demostrado su capacidad para jugar un papel decisivo en este sentido. “España puede convertirse en un hub de producción de medicamentos para Europa”, afirmó Juan López-Belmonte, vicepresidente de Farmaindustria y consejero delegado de Rovi, en la primera jornada de la 13 edición del Spain Investors Day en Madrid, foro que cuenta con una amplia participación de representantes del Gobierno, industria e inversores potenciales.

López-Belmonte incidió en la disposición de las compañías farmacéuticas asentadas en España de protagonizar la reindustrialización en nuestro país, tal como se planteó el pasado diciembre en la reunión mantenida entre altos representantes de la industria farmacéutica nacional y mundial con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Fue el propio Sánchez quien afirmó tras el encuentro que es la industria farmacéutica es “un sector clave, que contribuye a la economía del conocimiento y ayuda a desarrollar el tejido industrial, atraer inversiones y crear empleo”.

El compromiso del sector es claro y de futuro. Para el próximo trienio las compañías farmacéuticas tienen previsto invertir en España más de 2.700 millones de euros sólo para reforzar las capacidades de fabricación de medicamentos estratégicos, nuevas terapias y vacunas, la digitalización de los procesos de producción y la eficiencia energética, una inversión que además permitiría alcanzar los 45.000 millones de euros de exportación de medicamentos entre 2023 y 2025.

A estas inversiones hay que sumar 4.500 millones de euros que la industria destinará a investigación y desarrollo para el mismo periodo, así como otros 1.000 millones más, previstos para actividades globales de contenido tecnológico o estratégico. “En Farmaindustria estamos trabajando para hacer de España un campeón en el sector químico”, incidió López-Belmonte.

Para avanzar en este reto, el vicepresidente de Farmaindustria subrayó la necesidad de tener un marco normativo estable e incentivador y seguir manteniendo un diálogo abierto y constructivo con las autoridades españolas. El instrumento para hacerlo deber ser el Plan Estratégico para la Industria Farmacéutica, que incluya entre sus objetivos reforzar el tejido industrial, la autonomía estratégica y la resiliencia de las cadenas de suministro de medicamentos y medidas para promover la fabricación de medicamentos en España, modernizar los procesos productivos y fomentar la sostenibilidad ambiental y la economía circular.

López-Belmonte compartió coloquio con Francisco Riberas, presidente de Gestamp; Ignacio Mataix, CEO de Indra; María Peña, CEO de ICEX, y José Bogas, CEO de Endesa.