Aunque el diagnóstico y tratamientos frente al cáncer han dado un gran salto en las últimas décadas, esta enfermedad es uno de los grandes retos sanitarios de nuestro tiempo. Los avances en investigación están generando nuevas oportunidades que requieren de un sistema de evaluación y acceso más flexible e innovador. Bajo esta premisa se reunieron este jueves en Madrid expertos, investigadores, sanitarios y pacientes en la V Cumbre Española Contra el Cáncer, organizada por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac).
En la jornada participó la directora del Departamento de Acceso de Farmaindustria, Isabel Pineros, en la que defendió que “es necesario establecer un sistema de acceso temprano a los fármacos que aporten mayor beneficio clínico a los pacientes de cáncer” y “que cuente con participación de médicos y pacientes, y con un precio provisional que se ajuste luego en base a resultados”.
Así lo subrayó Pineros en la mesa Los actuales desafíos del acceso a la innovación terapéutica, donde compartió coloquio con el director general de la Cartera Común de Servicios y Farmacia del Ministerio de Sanidad, César Hernández; la presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Enriqueta Felip; el vicepresidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Armando López Guillermo, y la presidenta de Gepac, Begoña Barragán.
Pineros planteó también la necesidad de una separación más clara de la evaluación terapéutica y la económica cuando se habla de medicamentos innovadores y especialmente en cáncer: “Hay que considerar el valor social del medicamento, es decir, incluir en la evaluación los ahorros sanitarios y no sanitarios y sobre la calidad de vida. No debemos olvidar lo que supone para un paciente con cáncer poder acceder a medicamentos que le permiten seguir conectado a su vida familiar, social o incluso laboral”.
En los últimos años, incidió Pineros, “ha aumentado la llegada de medicamentos más personalizados y dirigidos, que evitan muchas de las reacciones adversas de los tratamientos clásicos y además mejoran su eficacia. Esto es si cabe más relevante en el cáncer infantil, que es una enfermedad rara y como tal un nuevo medicamento supone muchas veces una esperanza ante la ausencia de tratamiento”.
En este sentido se pronunció también la presidenta de Gepac, Begoña Barragán, que planteó su inquietud por el hecho de que “cada vez son más los fármacos que no se financian” y manifestó que “es urgente conocer por qué, necesitamos esa transparencia en los datos, por qué se aprueba un fármaco y otro no”.
El cáncer es uno de los principales desafíos sanitarios globales y, además, una de las prioridades de la próxima Presidencia española del Consejo de la Unión Europea durante la segunda mitad de 2023. En esta línea, como apuntó Pineros, la industria farmacéutica está a disposición de la Administración para colaborar y ha preparado distintas propuestas para que se acelere la llegada de la innovación al paciente, iniciativas que buscan más claridad y objetividad en los procedimientos, mayor predictibilidad y transparencia en las decisiones de financiación. El objetivo es cumplir el plazo establecido en la legislación para las decisiones de financiación, que es de 180 días, pero actualmente en España se sitúa en casi el triple, 517, según los indicadores de acceso del Informe W.A.I.T que cada año elabora la consultora especializada Iqvia.
Es necesario continuar con los avances, aseveró Pineros, quien recordó que en los últimos tres años la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha autorizado 40 nuevos medicamentos oncológicos, algunos destinados a enfermedades huérfanas oncológicas, otros a tumores prevalentes y en algunos casos han sido la primera opción curativa existente para la enfermedad.