Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria, en el 43 Congreso de Semergen.

La innovación incremental de los medicamentos, aquella que se realiza sobre tratamientos ya existentes buscando incorporar modificaciones o mejoras que beneficien a los pacientes, a los profesionales y al sistema sanitario, necesita incentivos que sigan estimulando la inversión por parte de las compañías farmacéuticas. Así lo defendió este jueves el director técnico de Farmaindustria, Emili Esteve, en el 43 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que se está celebrando estos días en Zaragoza. “El reconocimiento de pacientes y profesionales sanitarios a la innovación incremental debe ser correspondido con medidas para incentivarla”, afirmó.

Uno de los principales obstáculos, señaló, es el actual sistema de precios de referencia, que obliga a estas innovaciones sobre principios activos fuera de patente a someterse a los bajos precios que marca este procedimiento de financiación. “Hay casos en los que, a pesar de su interés para enfermos, cuidadores, familiares y médicos, así como de la inversión realizada en el desarrollo clínico y de su aportación adicional en términos de eficacia o ahorro, la innovación incorporada queda sin reconocimiento al ser equiparada por el sistema de precios de referencia a presentaciones clásicas, simplemente por compartir el mismo principio activo”, explicó Esteve.

Puso como ejemplo los dispositivos que mejoran la administración de medicamentos, como en el caso de las plumas -frente a las jeringas tradicionales- que se utilizan para diversos tratamientos inyectables y que, sin duda, mejoran la calidad de vida de los pacientes, en muchas ocasiones niños. “El actual sistema de precios de referencia no contempla la financiación de estos dispositivos, y no considera el reposicionamiento de medicamentos (cuando pueden combatir enfermedades distintas para las que fueron creados), ignorando el valor que aportan estas innovaciones incrementales”, aseveró.

Una innovación hoy ‘castigada’

Los dispositivos añadidos a los fármacos para facilitar su uso y el reposicionamiento de medicamentos son solo dos tipos de innovación incremental, pero existen otros, como son los medicamentos que suponen una evolución de otro ya consolidado y que mejoran su eficacia o tolerancia en determinados pacientes; medicamentos que unen varios principios activos en un solo fármaco, para evitar la toma de muchas pastillas, un factor muy importante en el caso de los mayores polimedicados; medicamentos que modifican su forma farmacéutica para facilitar su toma en determinados grupos de pacientes, o los medicamentos que incorporan aplicaciones digitales para mejorar su control y seguimiento. Dichas innovaciones también se ven castigadas con la regulación actual, recordó.

Esta realidad tiene una repercusión directa en el interés de las compañías farmacéuticas por este tipo de investigación, que se ve desincentivada en la medida en que no se reconoce el esfuerzo investigador y de desarrollo que realizan. “Debemos cambiar la situación. Desde Farmaindustria estamos trabajando, en colaboración con la Administración, para encontrar excepciones al sistema de precios de referencia que animen a las compañías a seguir apostando por la innovación incremental”, señaló Esteve. “Muchas empresas farmacéuticas radicadas en nuestro país y estratégicamente muy importantes, porque ofrecen empleo de calidad y garantizan la producción de un bien esencial, como es el medicamento, mejorarían con sus aportaciones el arsenal terapéutico y mantendrían productos muy necesarios que, lamentablemente, no tienen en la actualidad las condiciones idóneas de viabilidad”, añadió.

Defendió que esta innovación es también interesante para el Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que pacientes tratados con mejoras incrementales obtienen mejores resultados en salud y requieren con menor frecuencia hacer uso de otros servicios sanitarios.