La innovación farmacéutica ha sido clave en la mejora de la calidad y la esperanza de vida en las últimas décadas. Y ese protagonismo crece: si lo nuevos medicamentos lanzados entre 1986 y 2000 fueron responsables de más del 40% del aumento de la esperanza de vida en el mundo, en la primera década del nuevo siglo ese porcentaje se incrementó hasta el 73%.
Así lo puso de manifiesto Beatriz Deza, gerente de Coordinación Autonómica de Farmaindustria, en la conferencia de clausura (Recientes desarrollos terapéuticos) en la Jornada Química y Farmacia: la pareja perfecta, celebrada este miércoles en Badajoz en el marco del 120 aniversario del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia.
La representante de Farmaindustria explicó que el medicamento es uno de los bienes más preciados que tiene la sociedad porque han contribuido, además de a mejorar la esperanza de vida, a la erradicación de enfermedades que provocaban una alta tasa de mortalidad o discapacidad, han posibilitado que enfermedades que antes tenían una gran tasa de mortalidad ahora sean consideradas como crónicas y han aumentado la calidad de vida. En estas décadas se han hecho avances notables contra el cáncer, la esclerosis múltiple o las enfermedades reumatológicas, se ha controlado el sida (convertida hoy en una patología crónica) y se ha logrado curar la hepatitis C.
Estas contribuciones, entre otras muchas, “han supuesto también un importante ahorro de recursos a los sistemas de salud”, subrayó. Hay que recordar que por cada euro invertido en nuevos medicamentos se ahorran entre 2 y 8 sólo en otras prestaciones sanitarias. Y a esto hay que añadir los beneficios sociales y productividad que suponen, merced a los ahorros en cuidadores o la reducción de las bajas laborales.
Además, esta contribución económica se mantendrá en el futuro si se tiene en cuenta que las compañías farmacéuticas se están focalizando en la medicina personalizada y de precisión, que permite ofrecer tratamientos cada vez más eficaces a los pacientes. “Actualmente, existen más de 7.000 medicamentos en desarrollo para hacer frente a enfermedades”, cifró, sin perder de vista que desde los años 70 el coste de la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos se ha incrementado en un 145%.
Deza compartió foro con los catedráticos de la Universidad de Sevilla José Manuel Vega, Antonio Ayala y Fernando Iglesias y con el profesor titular de Química Física Antonio Sánchez Coronilla. La conferencia inaugural corrió a cargo de Agustín García Asuero, catedrático de Química Analítica de la Facultad de Farmacia de Sevilla, que abordó el asunto Química y principio de Autoridad: anotaciones, historias y anécdotas.