La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las Enfermedades Tropicales como aquellas que ocurren, únicamente o principalmente, en los trópicos, aunque en la práctica, la expresión se refiere a las enfermedades infecciosas que predominan en climas calientes y húmedos.
Por lo general, asociamos este tipo de enfermedades a las vacunas que nosotros mismos -o un familiar o conocido- hemos tenido que ponernos para poder viajar a algún país tropical y así evitar contagiarnos de éstas. Pero la realidad es que la OMS ha señalado 14 enfermedades tropicales que afectan sobremanera a las poblaciones más pobres y con menos recursos de África, Asia, América del Sur y Central. Estas 14 enfermedades son las denominadas Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) y son: la Dracunculosis, la Equinococosis, la Rabia, la Leishmaniasis, la Oncocercosis, la Teniasis/Cisticercosis, el Dengue (y Dengue hemorrágico), la Tripanosomiasis Africana Humana (enfermedad del sueño), la Lepra, Úlcera de Buruli, la enfermedad de Chagas, el Pian, la Esquistosomiasis y la Filariasis linfática. Las ETD afectan a una de cada siete personas en todo el mundo, es decir, aproximadamente, 1.000 millones de seres humanos sufren este tipo de enfermedades.
La industria farmacéutica se ha comprometido firmemente a hacer frente a esta situación y, en la actualidad, desarrolla 162 proyectos de I+D para el descubrimiento de nuevos medicamentos y vacunas. El 86% de estos proyectos se llevan a cabo en colaboración con organizaciones públicas, organismos internacionales y ONG.
572,2 millones de dólares
De esta forma, la industria farmacéutica innovadora se ha posicionado como el tercer agente mundial (incluyendo gobiernos, iniciativas privadas y públicas, donaciones, etc.) que más contribuye en la I+D para erradicar estas enfermedades. En 2012, este sector invirtió 572,2 millones de dólares para el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas. Además, está involucrada en distintas iniciativas cuyo objetivo es el favorecer la investigación en ETD: WIPO Re: Search o la Global Health Innovative Technology Fund GHIT son algunos ejemplos de ello.
Pero la implicación de la industria del medicamento no acaba ahí, ya que en el periodo comprendido entre 2011 y 2020 existe el compromiso de donar 1.400 millones de tratamientos al año. En algunos de los ejercicios ya pasados, las cantidades donadas han duplicado las previstas.
Finalmente, cabe destacar su constante colaboración con la OMS. La línea de actuación con esta organización es la de distribuir, reforzar, educar, formar, concienciar y compartir para poder avanzar en el tratamiento de estas enfermedades. Con este propósito existe una beca de investigación con la que se da a científicos la oportunidad de vivir y trabajar en países en vías de desarrollo durante un año, realizando actividades de investigación clínica en importantes empresas farmacéuticas innovadoras e instituciones relacionadas.