En los tumores de mama, la revolución terapéutica ha llegado en los últimos años de la mano de las terapias dirigidas, que se deciden de forma personalizada en función de las características genómicas y moleculares de cada paciente. El primer tratamiento de este tipo se autorizó en Europa en el año 2000, el siguiente fue en 2008 y la explosión arrancó en 2018. Desde entonces, se han aprobado 14 nuevas terapias dirigidas frente a esta enfermedad.