La medición de resultados en salud se basa en determinar qué novedades terapéuticas, tecnológicas o de gestión constituyen verdaderas mejoras para el sistema sanitario en materia de eficiencia. Pero también constituye un elemento clave para lograr beneficios para el paciente, tanto en lo que se refiere a los resultados clínicos como en términos de calidad percibida. Así lo destacó este jueves en Gijón el director del Departamento de Relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, José Ramón Luis-Yagüe, que participó en una de las mesas de debate del 41º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
“Hasta hace pocos años la medición de resultados en salud era poco menos que una utopía, pero hoy es ya una realidad, y en países como España supone una gran oportunidad de mejora en la medida en que contamos ya con las herramientas adecuadas, gracias al avance del proceso de digitalización, para empezar a avanzar de verdad por este camino”, explicó Luis-Yagüe.
En lo que se refiere a la gestión sanitaria, el representante de Farmaindustria señaló que medir de forma eficiente los resultados en salud permitirá recuperar una parte importante de los recursos, cifrados entre el 20% y el 30% del gasto sanitario, que se pierden debido a la falta de eficiencia, según estimaciones manejadas durante el citado congreso.
“Además, se trata de una herramienta que nos permitirá poner verdaderamente al paciente en el centro del sistema sanitario, ya que será posible evaluar no sólo los resultados desde el punto de vista de los indicadores clínicos, sino también desde las expectativas de los propios pacientes, una variable que muchas veces es ignorada”, agregó.
España cuenta, además, con las mejores condiciones para poder implementar una auténtica política de medición de resultados en salud, ya que cuenta, en primer lugar, con un Sistema Nacional de Salud sólido y de calidad con una gran integración entre los niveles asistenciales de Atención Primaria y Especializada, y con herramientas como la historia clínica electrónica o el Conjunto Básico Mínimo de Datos (CBMD), una base de datos que recoge una información referida a las altas clínicas de los pacientes en el conjunto del sistema.
El uso del big data
Luis-Yagüe considera que, con todos estos elementos sobre la mesa, ha llegado el momento de pasar de una medición de variables sanitarias centrada en los procesos a un nuevo modelo basado en los resultados en salud, aprovechando el progreso de la digitalización y las nuevas herramientas de gestión masiva de datos (big data).
“La medición de resultados en salud es, en definitiva, una de las bases para asegurar la eficiencia del Sistema Nacional de Salud y los máximos estándares de calidad asistencial para los pacientes, pero también es esencial para garantizar el acceso a la innovación y la sostenibilidad del sistema sanitario a medio y largo plazo, en un momento caracterizado además por la aparición de innovaciones terapéuticas que están cambiando la forma de entender la medicina”, concluyó.