Contar con profesionales altamente cualificados, motivados y con experiencia, tener la capacidad de lograr la participación de los pacientes y disponer de procesos digitalizados como historias clínicas electrónicas. Estos son algunos de los principales requisitos que deben cumplir los hospitales que buscan convertirse en centros de excelencia en investigación clínica, según explicaron representantes de Farmaindustria este jueves en la jornada Hacia la excelencia en la innovación biomédica, organizada por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) y celebrada en el Hospital Universitario HM Sanchinarro, de Madrid.
Otros factores esenciales para que los hospitales puedan realizar ensayos clínicos con las máximas garantías de calidad son la capacidad de tramitar toda la documentación con agilidad y eficacia, contar con un servicio de farmacia muy involucrado y comprometido con la investigación clínica, tener una adecuada metodología de monitorización del riesgo y disponer de instalaciones adecuadas para todo el proceso.
Sobre estas bases, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, celebró el “gran esfuerzo que han realizado en los últimos años los hospitales españoles, tanto públicos como privados, para situarse a la vanguardia de la investigación clínica, conscientes de los múltiples beneficios que los ensayos pueden reportar a los propios centros, a los profesionales y, sobre todo, a los pacientes”.
“Esa apuesta, que se suma al impulso experimentado en España en investigación preclínica -señaló-, ha encontrado la respuesta adecuada en la industria farmacéutica, que ha batido su récord histórico en inversión en I+D con casi 1.150 millones en el año 2017”. “De esa cifra -añadió-, casi 700 millones se destinan cada año a la puesta en marcha de ensayos clínicos en nuestro país, que se desarrollan fundamentalmente en colaboración con hospitales y centros tanto públicos como privados.
Y de esos ensayos, más de la mitad (52%) son ya en fases tempranas, que son las que tienen más nivel de complejidad, lo que da idea del salto de calidad que España ha dado en este ámbito en los últimos años.
Arnés destacó el esfuerzo conjunto de los agentes implicados (Administración, hospitales, investigadores, clínicos, pacientes e industria), gracias al cual España ha logrado situarse en el grupo de cabeza de la investigación clínica en el ámbito europeo (tres de cada diez ensayos en el continente tienen ya participación española) y en referencia internacional, y animó a perseverar en esta apuesta por la investigación biomédica en general y por la investigación clínica en particular. “Una apuesta de país -subrayó-. Y no sólo de futuro; también de presente”.
“Los ensayos clínicos -explicó- generan un círculo virtuoso que se traduce en un retorno inmediato para la sanidad española: uno, atraen inversiones económicas para los centros sanitarios y ahorros; dos, aportan reputación y experiencia a los profesionales sanitarios, que suman su labor investigadora a la asistencial, y tres, lo más importante, generan una nueva esperanza para los pacientes, que, gracias a los ensayos, pueden tener acceso de forma temprana a los tratamientos de vanguardia, lo que en determinadas patologías puede significar la propia supervivencia, sobre todo cuando se ha fracasado en tratamientos anteriores”.
Junto a esta realidad se abre una oportunidad para España que Arnés calificó de histórica: “El trabajo realizado en los últimos años nos coloca en situación de privilegio para llegar a ser uno de los líderes mundiales en este ámbito. Tenemos magníficos centros sanitarios; contamos con profesionales sanitarios de alta cualificación y experiencia internacional; las organizaciones de pacientes están contribuyendo con información a facilitar la participación en los ensayos, y hasta disponemos, gracias a la visión de la Administración, de una norma que agiliza los trámites para la puesta en marcha”.
“La apuesta de la industria farmacéutica es clara -manifestó-. Queda mucho por hacer, pero debemos aprovechar esta ventaja competitiva para, con la colaboración de todos y una ambiciosa visión estratégica, dar el gran salto al que estamos llamados y poner así en valor todo el conocimiento y experiencia que acumulamos”.
Participación de centros privados
El director general de Farmaindustria se refirió también de forma específica a la creciente participación de hospitales y centros privados en la investigación clínica: “En los últimos años se ha incrementado de una forma importante el porcentaje de ensayos clínicos que cuentan con la participación de algún centro privado, y que asciende ya al 48,5%, frente al 36,4% de hace una década”.
Junto a la mayor presencia de los hospitales privados en el conjunto de la investigación clínica, cabe destacar que estos centros tienen también “una alta participación en los momentos iniciales de la investigación”, según destacó Amelia Martín Uranga, responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria, en una de las mesas redondas de la jornada. “Algunos de ellos ya están preparados para dar respuesta a los nuevos diseños de los ensayos clínicos y a las demandas de la industria farmacéutica en este ámbito”, agregó.
Asimismo, los centros privados presentan unos plazos de puesta en marcha de ensayos clínicos de 135 días, es decir, 10 días menos que la media de los hospitales públicos, y resultan también más ágiles al lograr la participación de los pacientes en los ensayos, sobre todo a partir de la entrada en vigor, en 2016, del nuevo Real Decreto que regula este ámbito de la investigación.