Farmaindustria está trabajando en el desarrollo de un nuevo Código de Conducta de Protección de Datos Personales en el ámbito de la investigación clínica y de la farmacovigilancia. El objetivo de este Código es garantizar el adecuado equilibrio entre la protección de datos personales obtenidos en el entorno clínico y el fomento de la investigación biomédica, en un momento en el que el proceso de digitalización permite generar una gran cantidad de información (big data) que tiene a su vez un enorme potencial de cara a favorecer la I+D de nuevos medicamentos.
El nuevo Código vendrá a actualizar el modelo de corregulación en materia de protección de datos actualmente vigente en el ámbito de la industria farmacéutica, haciendo que las responsabilidades y derechos sean compartidos por todos los agentes implicados con la finalidad de dar respuesta a los nuevos retos que las diferentes fuentes de big data (información genómica, ensayos clínicos, historia clínica electrónica, etcétera) están planteando en este ámbito, como por ejemplo la seudonimización (tratamiento de datos personales que impide que se atribuyan a una persona sin recurrir información adicional), la gestión de hallazgos incidentales o el fomento del uso de repositorios de datos genómicos.
Contar con un Código de Conducta facilita el cumplimiento de la normativa de protección de datos aportando mayores garantías para los sujetos en cuanto que contiene criterios uniformes consensuados con las autoridades en la materia, permitiendo además criterios uniformes en la recogida de datos, la obtención del consentimiento y el proceso para seudonimizar los datos.
Así lo explicó la responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga, en el encuentro Sanidad valenciana y Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), organizado este miércoles por la Càtedra Institucional EVES–GSK–UV y la Cátedra de Privacidad y Transformación Digital de la Universitat de Valencia en el Instituto de Investigación Sanitaria de Valencia (INCLIVA).
En línea con lo establecido por el nuevo Reglamento europeo de Protección de Datos, la representante de Farmaindustria hizo hincapié en la importancia de una armonización europea “que otorgue seguridad jurídica y permita a los investigadores españoles mantener un liderazgo en el ámbito de consorcios paneuropeos de investigación biomédica presentes y futuros, buscando y respetando siempre un adecuado equilibrio entre la protección de datos de los participantes y otros valores sociales como la salud pública, el interés público y la promoción de la investigación biomédica en el mayor beneficio de los pacientes”.
La información procedente del big data, que puede dar lugar a nuevos tratamientos esperanzadores que podrían cambiar la historia natural de las enfermedades, debe considerarse un instrumento para el mundo de la investigación que, en todos los casos, se ha de utilizar conforme a la legalidad vigente y la ética, garantizando en todos los casos una adecuada protección de los datos personales.
“Tal como entiende la propia Agencia Española de Protección de Datos, la innovación y la protección de datos han de discurrir de forma paralela en este ámbito, encontrando el equilibrio entre conceptos como el uso de estas nuevas tecnologías para su aplicación en investigación biomédica, el derecho a la intimidad, el derecho a la protección de la salud y el deber de los poderes públicos en su promoción y el derecho a la libertad de investigación de los profesionales sanitarios y los investigadores básicos, así como el interés en el progreso científico y técnico con una dimensión internacional”, añadió Martín Uranga.