La industria farmacéutica española ocupa un lugar destacado en la clasificación sectorial de productividad, que lidera junto con la industria química no farmacéutica, con un valor añadido bruto por ocupado de 108.100 euros en 2012, un 54% superior a la media de sectores industriales manufactureros españoles, según datos del último Boletín de Coyuntura del Mercado del Medicamento en España que elabora mensualmente Farmaindustria.
A pesar de este liderazgo, el Boletín refleja cómo la industria farmacéutica ha perdido algo de productividad en 2012, a consecuencia fundamentalmente de la caída del valor añadido bruto en ese año (un descenso del 6,2%) que trajo consigo la fuerte contracción del mercado farmacéutico público español (8,4% de bajada, considerando tanto oficinas de farmacia como hospitales). Ni siquiera el destacado incremento de las exportaciones farmacéuticas, un 6,3% en 2012, pudo compensar la caída de la demanda interna, especialmente la demanda pública de medicamentos.
El informe señala que la crisis económica ha traído consigo un notable incremento de la productividad en España, aunque lamentablemente se haya conseguido mediante fuertes reducciones en el volumen de empleo, mucho más acusadas que las caídas de la producción que han tenido lugar en los últimos años. Sin embargo, hace hincapié en que este incremento sólo se consolidará a medio y largo plazo si se producen cambios en la estructura económica y el sistema productivo español empieza a girar hacia sectores de alta productividad, que permitan una mayor especialización en industrias intensivas en conocimiento e I+D como es la farmacéutica.
Sostenibilidad de las regiones
Este Boletín, que hace el número 106, analiza también la evolución del mercado farmacéutico autonómico en 2013 por comunidades autónomas destacando que en dicho ejercicio el gasto farmacéutico público volvió a caer por cuarto año consecutivo en oficinas de farmacia. En total, desde 2009 ha caído un 27% y se sitúa en mínimos desde 2003, ajuste que se ha producido, en mayor o menor medida, en todas las comunidades autónomas, en un rango que oscila entre el 20% de reducción del País Vasco y el 31% de la Comunidad Valenciana. De hecho, en 15 de las 17 comunidades se han registrado descensos del gasto farmacéutico público en cada uno de los últimos cuatro ejercicios. Este dato pone de manifiesto que este severo ajuste ha contribuido de manera fundamental a la sostenibilidad financiera de las regiones, con la particularidad de que se ha producido tanto sobre el consumo de recetas como sobre el gasto medio por prescripción.
Por último, cabe destacar que de la caída total del gasto farmacéutico en los últimos cuatro años, dos terceras partes se deben a reducciones del gasto medio por receta, que ahora está en niveles de 1998, mientras que la tercera parte restante es consecuencia de la caída del número de recetas dispensadas, que ha vuelto a valores de 2007. Y que la caída del consumo de recetas que se ha producido en 2012 y 2013 no ha alterado la fuerte correlación positiva existente entre el número de recetas de cada comunidad autónoma y el porcentaje de población mayor de 65 años.
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