Representantes de autoridades sanitarias provinciales y de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme) visitaron este martes la sede de Farmaindustria para conocer de primera mano el modelo de éxito de investigación clínica español, basado en la colaboración público-privada, que ha colocado a España como uno de los referentes mundiales en esta materia. Como subrayó en su intervención el director ejecutivo de Caeme, Carlos Escobar, “es importante para nosotros conocer las claves que han permitido a España adelantar a países tan punteros como Alemania”.
Y es que España es ya para muchas compañías farmacéuticas el segundo país del mundo en actividad en ensayos clínicos, sólo por detrás de Estados Unidos. Hoy, uno de cada tres estudios que se ponen en marcha en la Unión Europea se desarrollan en España, explicó en la bienvenida el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay.
La investigación clínica es una pieza crítica de la I+D farmacéutica, constituye la unión entre la investigación básica y la asistencial. Además, representa una oportunidad para los pacientes (acceso a nuevas terapias), para la calidad de la asistencia (capacitación de los profesionales), para los sistemas sanitarios (ahorros y principal fuente de ingresos privados en sus hospitales) y para el país en su conjunto (flujo de conocimiento y recursos y mejora de la calidad asistencial).
Así lo recordó la directora asociada de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga, quien proporcionó a la veintena de asistentes algunas de las claves estratégicas que han colocado a España en esa posición destacada. El reglamento europeo y la legislación nacional de ensayos clínicos, los proyectos BEST y Farma-Biotech, las guías para impulsar la participación de pacientes adultos y pediátricos o la digitalización de los procesos y adaptación a los nuevos modelos de investigación que implica la medicina de precisión fueron algunos de los asuntos en los que profundizó la portavoz de Farmaindustria.