Con el lema Cada notificación cuenta, esta semana se está celebrando la quinta edición de #MedSafetyWeek, una campaña internacional de concienciación para fomentar la notificación de sospechas de reacciones adversas a medicamentos.
Conforme a las normativas europea y española de farmacovigilancia, los profesionales sanitarios tienen la obligación de notificar las sospechas de reacciones adversas de los medicamentos autorizados. Por este motivo, es importante recordar que si la prescripción del fármaco se realiza por marca se facilita la correcta cumplimentación de la notificación.
La #MedSafetyWeek está promovida por el Uppsala Monitoring Center, de Suecia, institución que colabora con la Organización Mundial de la Salud para la vigilancia internacional de la seguridad de los medicamentos. La campaña cuenta con la cooperación de autoridades reguladoras del medicamento de 75 países.
Las notificaciones de posibles reacciones adversas de medicamentos han de realizarse preferentemente por su nombre comercial (no por su principio activo), con objeto de asociar a un fármaco concreto dicha notificación y poder informar, en su caso, al laboratorio afectado. Si la prescripción se realiza por principio activo es más difícil que el prescriptor tenga constancia cierta del envase finalmente dispensado en la farmacia.
Si se notifica solamente por principio activo no es posible atribuir a un medicamento concreto -y, por tanto, a un titular de la autorización de comercialización- una determinada reacción adversa. También es importante conocer el medicamento concreto que ha originado la notificación porque puede deberse a un problema de calidad no relacionado con el principio activo.
“Los medicamentos son parte esencial de los tratamientos de los pacientes, y la continuidad y seguimiento de la medicación es fundamental. A diferencia de cuando se prescribe una marca, la indicación sola del principio activo en la receta favorece el cambio de envases, lo cual puede afectar a la farmacovigilancia, es decir, al seguimiento del envase efectivamente utilizado, que con esta forma de prescripción resulta mucho más complejo”, sostiene el director técnico de Farmaindustria, Emili Esteve.
“Prescribir por marca –continúa Esteve- supone que el medicamento está inequívocamente identificado con su denominación comercial completa en lugar de con el principio activo, lo que contribuye a hacer más seguro el uso del medicamento para todos”.
“La marca –añade- tiene otras muchas ventajas, además de ayudar a que los profesionales puedan comunicar posibles reacciones adversas de la medicación”. El refuerzo del cumplimiento por parte del paciente del tratamiento prescrito, la ayuda para prevenir errores en el uso del medicamento o la estabilización de los tratamientos son algunas de ellas.
Más beneficios sin coste para el SNS
Todos estos beneficios se dan, además, sin un mayor coste para el sistema sanitario ni para el paciente, ya que el medicamento de marca y sus genéricos están en España al mismo precio en el sistema sanitario público, un valor nada desdeñable en estos tiempos de búsqueda constante de optimización de los recursos y políticas de eficiencia en la prestación sanitaria.
Con el objetivo de dar a conocer a la sociedad general todas estas ventajas, Farmaindustria lanzó a principios de año la iniciativa #LaMarcaTeCuida, para, de forma gráfica y con ejemplos sencillos y reales, recordar tanto a pacientes, familiares y cuidadores como a profesionales sanitarios que en España se puede pedir el medicamento de marca en las oficinas de farmacia y que los médicos pueden prescribir bien por denominación comercial o bien por principio activo.