El reto que supone a nivel global hacer frente al coronavirus ha puesto de manifiesto que la industria química es un sector estratégico clave por su capacidad investigadora, innovadora y productiva. Se ha volcado en garantizar el suministro de materiales y productos esenciales para la salud y la alimentación, pero también en buscar soluciones rápidas y eficaces que protejan frente al virus SARS-CoV-2.
La industria farmacéutica, como parte del sector químico, se ha convertido en el máximo exponente de dicho compromiso. “Recae sobre las compañías innovadoras la responsabilidad última de dar una salida a la crisis. Estamos volcados en hacerlo, y en hacerlo de una manera accesible”, resumía el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, durante su participación, este miércoles, en un seminario web organizado por la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), la Plataforma Tecnológica y de Innovación de Química Sostenible (SusChem-España), ChemSpain y Farmaindustria, con la colaboración del Foro Química y Sociedad y Expoquimia.
Urzay apuntó que la industria farmacéutica, desde que se desató la pandemia, ha tenido dos grandes misiones: garantizar el suministro de medicamentos a todos los pacientes y trabajar en la búsqueda de un tratamiento o vacuna que frene el nuevo coronavirus. En este sentido, recordó que la investigación y desarrollo de un nuevo tratamiento “es una tarea colectiva, pero ahora aún más: científicos de todo el mundo, centros sanitarios, gobiernos, autoridades reguladoras… están trabajando de una manera global para encontrar cuanto antes una solución”.
El subdirector general de Farmaindustria resumió algunos de los grandes retos y estrategias de la industria farmacéutica en estos momentos de crisis sanitaria. Entre ellas destaca la colaboración estrecha con las autoridades sanitarias, a las que se está informando al día “para compartir todo el conocimiento que poseen las compañías en investigación”. Otra es el despliegue de múltiples líneas de investigación: “Lo óptimo es que dispongamos de varios medicamentos y varias vacunas para tratar el coronavirus”. Y, por último, subrayó la necesidad de “asumir riesgos para acortar los tiempos. Ya hay laboratorios produciendo a riesgo, es decir, fabricando vacunas que aún no se sabe con seguridad si funcionarán, porque si esperamos a resultados definitivos probablemente no llegaríamos”.
Los tiempos para el tratamiento y la vacuna
Informó de que el proceso de investigación está muy avanzado en todo el mundo, con un especial protagonismo de España, con 58 ensayos clínicos en marcha en 324 centros de nuestro país. “Somos razonablemente optimistas dentro de la cautela. En el caso de los tratamientos, en los próximos meses podríamos comenzar a tener ya resultados, mientras que para las primeras vacunas los resultados de los ensayos clínicos en curso se esperan para finales de año, lo que invita a pensar que para el primer trimestre de 2021 podrá haber suficientes datos para el uso de la vacuna en situación de emergencia pandémica si así lo consideran las autoridades sanitarias”, afirmó Urzay.
En este punto, subrayó que es muy importante que todos los tratamientos que se están proporcionando a los pacientes afectados por la Covid-19 sean evaluados en el entorno de un ensayo clínico o de un estudio observacional para que los avances se puedan trasladar en la práctica sanitaria con evidencia científica.
“Es increíble el esfuerzo que está haciendo la industria farmacéutica para encontrar un tratamiento o una vacuna contra el coronavirus”, aseveró Javier García Martínez, catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Alicante y vicepresidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (Iupac), que, junto con Urzay y Mª Eugenia Anta, directora de Tutela de Producto, Internacionalización y Comercio de Feique, analizaron el papel de la industria química en la pandemia ante más de un centenar de asistentes al webinar.
La sesión completa al seminario puede consultarse aquí.