El papel de los investigadores científicos en el bienestar y el desarrollo de las sociedades ha mostrado estas semanas aún más, si cabe, su enorme relevancia. En medio de la dura lucha contra la pandemia por el coronavirus, todo el mundo pone sus esperanzas en la investigación, esperando cuanto antes disponer de un tratamiento eficaz. En las compañías de Farmaindustria, en torno a 5.000 profesionales están dedicados día a día a esta labor: investigar y desarrollar nuevos fármacos y vacunas que permitan mejorar la salud y la calidad de vida de las personas.
Esta fuerza profesional, sumada a los 1.150 millones anuales que estas compañías dedican cada año a las actividades de investigación y desarrollo, gran parte de estos recursos en proyectos colaborativos, sitúa a la industria farmacéutica como el principal dinamizador del tejido investigador español, y en especial de la investigación pública.
En nuestro país, el perfil del profesional dedicado a la I+D en la industria farmacéutica es mayoritariamente femenino. En la actualidad, dos de cada tres puestos de trabajo del área de I+D de las compañías farmacéuticas corresponden a mujeres, una tasa incluso por encima del 52% del conjunto de los puestos de trabajo que desempeñan en el sector, que destaca además por su empleo de elevada calidad y cualificación. La relevancia de la investigación en la industria farmacéutica y el impulso que da este sector al empleo femenino se refleja en un dato: una de cada cuatro investigadoras que trabaja en la industria española lo hace en compañías farmacéuticas.
“Hoy, ante la celebración, el próximo viernes, del Día del Investigador Científico, hay que recordar que muchos de estos investigadores de la industria farmacéutica en todo el mundo están centrando sus esfuerzos en encontrar una solución a la pandemia por coronavirus –señala el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés-. Pero, desde mucho antes, la labor de estos miles de profesionales ha conseguido que la medicina haya experimentado en las últimas décadas un avance de tal calibre que ha permitido que hoy las personas vivan más y mejor que nunca, lo que constituye uno de los grandes hitos de la historia”.
España, referencia en ensayos clínicos de fármacos
Buena parte del trabajo de estos investigadores se hace en colaboración con otros profesionales. No en vano, del conjunto de los fondos destinados por la industria farmacéutica española a la I+D, casi la mitad corresponde a proyectos de investigación desarrollados en colaboración con hospitales (ensayos clínicos) y centros públicos y privados de investigación. El resto de la inversión en investigación se dedica a investigación básica, preclínica o galénica, junto a estudios postautorización, de farmacoeconomía y epidemiología y para programas de desarrollo tecnológico. Estas cifras han consolidado a los laboratorios farmacéuticos como el sector industrial líder en España por volumen de inversión destinada a la investigación: uno de cada cinco euros que la industria española dedica a la I+D (el 20,3%) proviene de estas compañías.
Este compromiso de las compañías que integran Farmaindustria con la innovación biomédica, unido a la solidez del Sistema Nacional de Salud, la capacitación de sus profesionales sanitarios, la creciente participación e implicación de los pacientes y la voluntad compartida de las administraciones y gestores, junto a la adecuada y avanzada legislación española, son los elementos determinantes que sitúan a España como una referencia mundial en materia de investigación clínica. “Nuestros investigadores y centros participan ya en uno de cada tres ensayos clínicos que se desarrollan en Europa, y para algunas de nuestras compañías España es ya el destino preferido para sus inversiones en investigación clínica tras los Estados Unidos. Esa capacidad para atraer ensayos clínicos a España es un ejemplo claro y determinante para avanzar en el logro de un nuevo modelo de crecimiento económico y de sociedad, máxime en el periodo de recuperación económica que debe abrirse tras la crisis del coronavirus”, resalta Arnés.