La adherencia, una cuestión de salud
La falta de adherencia a los tratamientos supone un importante problema de salud pública en todos los países desarrollados. Una encuesta de ámbito nacional encargada por Farmaindustria concluye que en España sólo el 50% de los pacientes crónicos cumplen con los tratamientos prescritos por los profesionales sanitarios. Son cifras similares a las de otros estudios sobre el asunto y que dan la medida del reto. La falta de adherencia se ha asociado a una disminución de la calidad y de la esperanza de vida, origina un peor control de la enfermedad e incrementa sus complicaciones, y repercute en un aumento de las consultas, hospitalizaciones y pruebas complementarias, con el consiguiente incremento del gasto sanitario.
Es un problema complejo, en tanto son variadas las causas que lo provocan, y que van desde la duración de los tratamientos al mayor o menor conocimiento de la enfermedad por parte del paciente, la relación de éste con los profesionales sanitarios o factores psicológicos, entre otros. Y es desde hace largo tiempo una preocupación manifestada de forma constante por las sociedades científicas. Para abordarlo de manera global y coordinada, Farmaindustria ha impulsado la elaboración de un Plan de Adherencia al Tratamiento (Uso responsable del medicamento), y lo ha hecho en colaboración con un amplio número de sociedades científicas médicas, farmacéuticas y de enfermería, asociaciones de pacientes y expertos independientes. Se ha desarrollado mediante un proceso abierto y participativo, en el que el paciente ha sido el centro de todas las iniciativas propuestas, más allá de cuestiones profesionales, organizativas, asistenciales o de intereses económicos (aparte de los potenciales beneficios al sistema sanitario que persigue).
Se trata de un proyecto sin precedentes en tanto integral e integrador, transversal, ambicioso y con vocación de aplicabilidad y continuidad. En definitiva, una propuesta que la sociedad civil eleva a las administraciones sanitarias orientada a mejorar la calidad de la prestación sanitaria y, sobre todo, a mejorar la salud de los pacientes.
El Plan se centra en el ámbito del medicamento y de su uso responsable, aunque el término tratamiento incluye tanto los farmacológicos como los hábitos, cuidados personales y estilos de vida indicados o recomendados al paciente. A pesar de que el foco se ponga sobre los medicamentos, también se han incluido aspectos de indudable trascendencia como la formación de los pacientes o el fomento del autocuidado.
Se estructura en seis pilares, que se despliegan en 18 iniciativas que, a su vez, se dividen en 26 acciones. Su desarrollo dará lugar a una serie de propuestas y actividades que pretenden involucrar en su ejecución a los diferentes agentes (profesionales sanitarios, pacientes e industria).
Junto a la encuesta que ha servido para identificar la realidad de la adherencia en España, el Plan cuenta también con un profuso análisis de la evidencia científica sobre el incumplimiento farmacoterapéutico y con un modelo económico que se ha aplicado a varias patologías de alta prevalencia. Por ejemplo, demuestra que aumentar en diez puntos porcentuales la adherencia en el caso de patologías cardiovasculares evitaría más de 8.700 muertes al año y ahorraría un gasto sanitario directo de más de 75 millones anuales.
No hay duda de que la falta de adherencia es una cuestión de salud, y este Plan pretende ser una propuesta completa y realista para abordarla.